AbilioMateu,1998. Foto AGA.
Alberto García-Alix ha fotografiado a muchos amigos muertos. Pero la belleza de esos retratos ilumina toda su obra de manera muy pura: la Gracia de sus imágenes salva y redime a hombres y mujeres, iluminado con sus purísimos claroscuros el negro infierno de almas muertas donde a ellos y nosotros nos tocó vivir.