En francés, inglés, alemán e italiano proliferan proyectos muy profesionales de publicaciones literarias, online, con mucha crítica e información, de la más diversa naturaleza y que, para mi gusto, NO tienen parejo en Carpetovetonia, víctima de sus mafias filantrópicas e industriales de la incultura mafiosa.
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Algunos ejemplos que tengo a la mano:
A título meramente chismográfico: ¡menudo varapalo dan los neoyorquinos al Goncourt promocionado a bombo y platillo en las sucursales carpetovetónicas de las mafias parisinas…!
- Industrias culturales en este Infierno.
maty says
Las editoriales son culpables, cierto, pero también los autores.
En Internet es muy fácil tener presencia, por tanto también los autores españoles tienen su gran parte de culpa, al compartir el mismo espíritu funcionarial que tan está generalizado entre el resto de españolitos.
Bien podrían ellos crear espacios, pero bien pocos lo intentan y perseveran porque, entre otras causas, anteponen sus egos a una labor comunitaria.
Eso mismo vale también para tanto periodista desocupado y que no está dispuesto a crear con otros un digital.
el náuGrafo says
Es curioso, la publicidad en Francia para algo amigo, bueno para ti, positivo, casi necesario para tu crecimiento interior. En España no pasa eso, pasa otra cosa, pero esa no.
Wallenstein77 says
Hola a todos:
El problema es que autores, presuntamente inteligentes y cultos, que deberian ser poco cerrados de mente por su cultura cosmopolita, no hacen mas que decir barrabasadas de Internet, siendo para ellos, poco menos que porterias, mientras en sus «torres de marfil» siguen viendo a sus lectores casi como «siervos de la gleba», en vez de ponerse a discutir, debatir o escucharles, como hacen por ejemplo Quiñonero. No le conocia hasta que encontre su bitacora y a partir de ahi le he seguido en sus columnas en ABC o a partir de sus libros, cosa que de otros no puedo decir.
Saludos a todos.
Lauro Gandul Verdún says
Hay un sentido de la aventura, una filantropía, una curiosidad, que ha de llevar a los que piensan que tienen algo que decir a buscar toda la vida ese algo, no sin entusiasmo, y alegría. Percibo que estas condiciones son secundarias a las púramente económicas, para muchos.
Ramón Machón says
Maty, lo de «quedarse en el quejío permanente o en el silencio» te ha quedado muy flamenco. Se me figura un elenco de escritores punteros desgarrándose el gaznate en un tablao, mientras ciertas escritoras señeras y señoras se marcan una bulería a golpe de taconeos, a la guitarra un académico (de esos que se niegan a incluir en el diccionario, precisamente, la palabra quejío) y palmeros que no falten, que para eso están las nuevas generaciones, que hacen palmas hasta con las orejas: ¡Olé!
maty says
A veces recuerdo (por lo leído al respecto) sobre el empuje de unos cuantos españoles de comienzos del XX que apostaron firmemente por llevar la cultura a una población española generalmente analfabetizada.
Personas con fuertes ideales (que podrían compartirse o no), pero que amaban el conocimiento, el saber e hicieron todo lo posible para difundirlo, en unas circunstancias muchísimo más desfavorables que las actuales.
Ahora nada se atisba, lejos queda el espíritu regeneracionista de la Generación del 98 por ejemplo. No hay ideales (no confundir con ideología), ni principios ni valores.
No, los españolitos de hoy en día están desnortados, descreídos y se ahogan en el sectarismo cainita, el desprecio al diferente…
En fin, si yo fuese escritor (no he sido llamado a ello) o periodista de raza no dudaría en exprimir al máximo las posibilidades que ofrece Internet. Al menos lo intentaría.
JP Quiñonero says
Wallenstein,
Te debo café, copa, y algo más…
Q.-
maty says
Lecturalia La revista on-line
JP Quiñonero says
Maty,
Bueno…
Q.-
maty says
Las herramientas ahí están, sólo hay que ponerse a ello. Unos generarían contenidos más banales y otros, los menos, Cultura.
Esos menos ignoran completamente la potencialidad de Internet, dándole la espalda a causa de su tecnofobia e incapacidad para el autoaprendizaje, anquilosados en el mundo de las ideas, de las palabras y poco más.
Tenemos un intelecto para algo, digo.
Son nuevos tiempos y requieren un cambio de mentalidad que no están dispuestos a asumir.
Sólo quería dejar constancia de que si se quiere se puede, al menos intentar sin el apoyo de las editoriales, diputaciones…
Si tu generación es incapaz, la de «hijos LOGSE» (menores de treinta años) lo será menos, porque tendrán menos cosas que contar debido a la gran incultura general que sufren, salvo las excepciones de turno.
Por tanto, un panorama muy negro para la Cultura se atisba en España.
Wallenstein77 says
Hola a todos:
Me conformo con esteespacio y por poder dialogar contigo.
Un abrazo
JP Quiñonero says
Wallenstein,
Avanti..!!
Q.-