Pobre cadáver de James Graham Ballard, perdido entre la basura y los escombros de las necrológicas carpetovetónicas.
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Quede constancia de mi devoción, que viene de lejos…
… Ballard es un autor excepcional, cuando cuenta esas historias apocalípticas, situadas en nuestras viejas ciudades pobladas de sonámbulos, en nuestros suburbios de chaletsadosados, convencidos todos nuestros vecinos que todo va bien, somos felices, sin advertir que estamos al borde de un precipicio y los ríos de basura anunciándonos … Degradación de las patrias.
“El futuro se me antoja muy aburrido. Continuará la suburbanización del planeta; a la que seguirá la suburbanización del alma”… París: los androides ya copulan con ovejas eléctricas y meten fuego a las hamburgueserías cuando se aburren.
Alicia en el país de los yonkis.
“… ni escuelas, ni mezquitas, ni iglesias, ni sinagogas: prostíbulos…” “… pasta, sexo y rap…”.
- Imprescindibles para sobrevivir, en este Infierno.
Oh, James, te veo volando en un coche que ha roto la barra de contención y se precipita hacia Margaret Thatcher que está en el cuarto de un hotel abandonado y es acariciada por un joven soldado argentino. James, tienes tu pene en la mano, te estás viniendo mientras el coche se estrella en la tumba de la princesa Diana. Descansa en paz.