1º de mayo … Ley, Orden, Sindicatos

Ordener / Ornano. 27 marzo 2009. Foto JPQ.

-¿Usted no va a las manifestaciones?
-No. Yo no tengo trabajo, ni sindicato, ni papeles, ni hogar.

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CRISIS DE LA EUROPA SOCIAL

El Primero de mayo de la crisis hace más patentes los problemas de fondo de la invisible Europa social.

Grandes movilizaciones sindicales, si… pero de sindicatos siempre menos representativos del tejido social, muy divididos -si no enfrentados- en sus reivindicaciones nacionales, defendiendo esencialmente a trabajadores de sectores protegidos por el Estado.

Grandes movilizaciones sindicales, si… pero ajenas y poco sensibles a graves problemas de fondo, como el número creciente de trabajadores indiferentes al sindicalismo, la economía de los trabajadores autónomos, el gravoso costo social de las burocracias de Estado, cuyos retrasos en el pago del IVA pueden ser catastróficos para autónomos y pequeños empresarios.

Grandes movilizaciones sindicales, si… defendiendo, en ocasiones, posiciones de privilegio sindical, en detrimento del tejido social más frágil e indefenso (trabajadores no sindicados, en número creciente, trabajando en pequeñas empresas, “atacadas” por una presión fiscal asfixiante y una legislación laboral cuyos efectos perversos son acentuados por los mismos sindicatos preocupados por sus intereses gremiales).

BURÓCRATAS SINDICALES

En verdad, la crisis también hace más visible la crisis de los sindicalismos europeos, burocratizados, financiados con dinero público, de baja o muy baja representación social, dirigidos por funcionarios del tradicionalismo sindical, cuya primera acción sindical es la férrea protección de sus salarios y la economía interna de unas burocracias que no podrían funcionar con las cotizaciones de unos trabajadores siempre más alejados de tal sindicalismo heredero del sindicalismo autárquico, “vertical” (franquista) o “de clase” (comunista).

Los más grandes sindicatos de la historia del movimiento social, en Europa y los EE.UU. estaban muy alejados de tan arcaicos comportamientos. Y el origen último del Día internacional de los trabajadores está en los antípodas de la invisible Europa social de nuestro tiempo, tan balcanizada e hipócrita como la Europa política.