Europa y su puesto esencial en nuestras vidas son víctimas de tormentas locales de distinta envergadura: el Falcón de Zapatero, las adolescentes de Berlusconi, las notas de gastos de los diputados ingleses, el envejecimiento de Alemania, las presidenciales francesas del 2012…
[ .. ]
El futuro de las exportaciones agrarias españolas pasa por nuevas infraestructuras parcialmente financiadas con dinero europeo. Pero un capítulo tan estratégico para el futuro de la prosperidad nacional mal puede defenderse, en Europa, con un presidente que se desplaza electoralmente en Falcon, cuando su partido pega carteles proclamando el enfrentamiento entre trabajadores y “especuladores”, ocultando a la opinión pública el funcionamiento de Europa.
En Italia, los problemas municipales y las tribulaciones de Berlusconi restan visibilidad a una Europa donde Fiat intenta conquistar un puesto en el sol de la gran industria automovilística mundial, forcejeando en vano por la compra de Opel.
En Alemania, las desventuras de Opel, gran constructor nacional, precipitan “exigencias” de subvenciones generalizadas para “proteger” una industria emblemática, cuando el envejecimiento demográfico es la más grave fragilidad nacional, terreno abonado para populistas de izquierda y derecha.
En Francia, los grandes actores están haciendo la campaña… de las presidenciales del 2012, tan alejadas de los problemas inmediatos de Europa: paro, inseguridad, nuevas amenazas, crisis, con una Francia siempre dividida entre partidarios del “si” y el “no” a Europa.
Problemas inmediatos que en Londres quedan ensombrecidos por las maniobras políticas locales, con nulo entusiasmo europeo; cuando, paradójicamente, ningún Estado europeo tiene la talla crítica imprescindible para afrontar la crisis en solitario. Las grandes empresas automovilísticas (en crisis) tienen dimensiones continentales. La dependencia energética es un talón de Aquiles para países como España. El envejecimiento demográfico coincide con los minúsculos egoísmos, miserias y miopías locales.
Deja una respuesta