De paso por Madrid, 72 horas, la semana pasada, me precipité en la Casa del Libro, en busca de dos o tres cosuelas. Salí horrorizado…
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La Casa del Libro madrileña -¿reflejo parcial de la Feria?- sigue siendo una gran librería. Pero su metamorfosis me parece sintomática de la penosa evolución del mercado, tomado por las industrias de la incultura y las masas lectoricidas (Ramón dixit).
En la planta baja encontré “todas” las novelas (¿todas…? eché en falta las novedades de muchos pequeños y nobles editores, víctimas de la distribución de cantidades industriales de basura). “Todo vale”. Hileras de libros vendidos como tales, tocados con vagas etiquetas, (novelas “históricas”, “góticas”, etc… marcas para vender basura con distintos señuelos), tomando y ocupando un espacio precioso, para imponer la realidad desalmada de sus naderías…
Ese “todo vale” impone la ley de la selva y una mentira endemoniada: en el terreno de la lengua y la literatura, el arte, en definitiva, el Logos, NO todo vale. La ausencia de criterio, la ausencia de norma, la ausencia de gusto, la tiranía de la nadería (“la adoración de la nada es el demonio”), anuncian el crecimiento abismal del desierto, iluminado con publicidad.
Entre el “todo” de esa Casa Usher del Libro también se encuentran -desperdigados- buenos y grandes libros, como dudarlo. Pero la basura manda, barre e impone su fuerza pestilente, con el silencio cómplice de los medios de incomunicación de masas.
- “Buena parte de la cultura española está controlada y manipulada por sectas mafiosas”.
- Industrias culturales en este Infierno.
GranVía madrileña, 21 mayo 2009. Foto JPQ.
Enrique M. F. says
Q:
¡Qué razón tienes en esto del albañal de las librerías y ferias del libro actuales!
Quem lê deixa de viver. Fazei agora por que o façais. Deixai de viver, e lede. O que é a vida?
No creo que Fernando Pessoa se refiriera con sus palabras a la innumerable basura que inunda el mercado del libro. En los últimos años, nueve de cada diez ejemplares que intento comprar sólo puedo hallarlos en librerías de viejo (incluídos algunos libros tuyos).
El poeta y premio nobel de literatura Joseph Brodsky advertía en un ensayo (Cómo leer un libro) de la importancia de escoger los libros con acierto, pues todos somos moribundos y leer libros consume tiempo.
El pasado año escribí unas notas abordando el asunto de la industrialización de la literatura, que titulé: Regresando a Machado, pues fueron redactadas a propósito de la ocurrencia de algunos políticos de trasladar los huesos del poeta al cementerio de Sevilla.
En fin, Q., creo que es imposible no estar de acuerdo con tu fina apreciación de la realidad: la Casa de Usher del Libro.
JP Quiñonero says
Enrique,
Pues ya somos dos,oye.
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He leído tu recuerdo de don Antonio… muy emocionante,si. Por el contrario,me deprimemucho su tumba, en Collioure. Los franceses no dejarían a Valery en Marbella. Es cierto y muy bello tu recuerdo de su amor por las tierras del Duero.
¡Salve…!
Q.-
Enrique M. F. says
Q: Entiendo que te pueda resultar entristecedora la tumba de Colliure, pero hay una distancia insalvable entre un traslado de restos propiciado por el respeto y la admiración, y aquella ocurrencia del parque temático de los plumiferos muertos orquestado por determinados políticos expertos en mercadotecnia.
Enrique M. F. says
Perdón: Collioure.
¡No vaya a ser que esté leyéndonos Don Mario Moliner!
JP Quiñonero says
Enrique,
No estoy nada al corriente te todos esos tejemanejes sobre la memoria y tumba de don Antonio. Pero me los puedo imaginar facilmente… el Entierro de la Sardina toma en nuestro tiempo muchos y no menos pavorosos rostros,
Q.-
PS. Que los españoles no seamos capaces de tener una relación Más noble con nuestros muertos quizá sea un inquietante rostro de nosotros mismos.