Cuando las masas lectoricidas (Ramón dixit) hacen inquietantes estragos, el rescate de autores olvidados, proscritos, marginales, insólitos, se me antoja una tarea de salud pública.
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Los lectores de Azorín, Baroja, Unamuno, Cansinos Assens, recordarán la misteriosa sombra de uno de ellos, Camilo Bargiela (Tuy, 1864 – Casablanca, 1910). Están de suerte, la indispensable Biblioteca de Rescate, cuya dirección literaria asume el maestro José Esteban, publica toda su obra literaria, con el título de su único libro, Luciérnagas (Renacimiento), con un prologo erudito y magistral de Emilio Gavilanes.
Gavilanes cuenta todo lo que se sabe de Bargiela con mucha finura crítica, rescatando para la historia literaria un personaje que vivió y murió entre varias épocas, entre el Modernismo, el Noventa y ocho y unas vanguardias que llegarían muy poco después de su muerte.
¿Luciérnagas…? Una pequeña / gran joya para quienes se interesen por la formidable agitación literaria, cultural, cívica de la España inmortalizada en las Memorias de don Pío, el monumento canónico de aquella época.
Entre una pléyade de personajes y “escritores menores” (Sawa, Zamacois, Carrere etc.), Bargiela destaca con una purísima personalidad propia, que Emilio Gavilanes reconstruye con mucho pudor, tacto, piedad, encanto. Obra a devorar con urgencia, por quienes se interesen por estas cuestiones, nada menores, para mí.
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Ya en el terreno de los personajes raros e insólitos, descubro con mucho retraso un blog consagrado al más noble de los menesteres librescos: el rescate autores de esa casta, Insólitos. Quizá leo por vez primera, en castellano, a alguien se interesa por un poeta / personaje como Olivier Larronde. Un respeto, oigan.
Joaquín Piqueras García, incluso cita mi locura barojiana evocando El Baroja insólito de Canciones del suburbio.
Aunque, en el terreno de las locuras, quizá sea más sensato servirse uno mismo:
José Julio Perlado says
Querido Juan Pedro,
no es que yo siga tu blog con el mío, pero la evocación de Emilio Carrere me ha llevado a recuerdos. Cuando mi abuelo materno me iba contando su amistad con aquel personaje. Por ello he escrito Madrid y las mujeres, al amparo de lo que tú muy bien dices de Bargiela y otros autores.
Abrazos madrileños.
JJP
JP Quiñonero says
Querido José Julio,
Todos los recuerdos son pocos, para «repescar» a personajes tan indispensables, claro,
Q.-