LM, años treinta. Archivos familiares.
Imprescindibles para sobrevivir
Fue, al mismo tiempo, un sabio, un justo, un soldado, un místico y un ángel descarriado, que sabía manejar el sable pero confiaba en la oración, la filología, la revelación, la resistencia pasiva, la solidaridad, el ayuno pacifista, esgrimido contra todas las miserias, todas las pobrezas y las más feroces guerras de religión de nuestro tiempo.
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Louis Massignon fue uno de los más grandes orientalistas de todos los tiempos, y sostuvo un diálogo importante con la escuela de los grandes arabistas españoles, Ribera, Asín, García Gómez.
En verdad, Massignon fue mucho más. Como soldado, solo es comparable con Lawrence, con quien estuvo en Damasco: ambos compartían una muy semejante visión de los mundos árabes, a los que soñaron redimir, cada cual a su manera.
Como erudito, su obra monumental, La Passion d’Al-Hallâj (1922), es un libro capital, que culmina con una comparación de insondable importancia. A juicio de Massignon, Al Hallâj fue un mártir comparable a Sócrates y Jesús.
Como místico pacifista, ha sido comparado en muchas ocasiones con Gandhi.
Como arabista emérito, dejó una obra esencial, que acaba de reeditarse en dos volúmenes que me apresuro a recomendar con entusiasmo: Écrits Mémorables, I y II (Ed. Robert Laffont, Col. Bouquins), editados por François Angelier, François L’Yvonnet y Souâd Ayada, bajo la dirección de Christian Jambert.
UN CREYENTES EN LA FUERZA DEL ESPÍRITU
El núcleo central de la obra de Massignon son los textos de exégesis filológica de la cultura, la religión y la mística musulmanas. Pero su erudición e intereses cubren un abanico mucho más vasto de trabajos. La guerra revolucionaria; el pacifismo; el diálogo entre cristianos, judíos y musulmanes; las lenguas semíticas; la filosofía cristiana y la filosofía musulmana; los grandes personajes míticos de la Biblia, los Evangelios y el Corán; las negociaciones diplomáticas que culminaron con la fundación de los Estados árabes modernos; el nacimiento de Israel; el futuro de Palestina; la lucha contra la pobreza; la solidaridad más radical con los desheredados de todas las culturas; las víctimas de todas las pobrezas…
Massignon también fue un santo, en el sentido más heroico y mesiánico: ayunaba y se recluía consigo mismo, en oración, esperando que judíos, musulmanes y cristianos terminasen por comprender que “estaban condenados” a entenderse, dialogar, para habitar en una misma tierra, Oriente Medio, el Mediterráneo…
Sus Écrits Mémorables son dos volúmenes indispensables en toda biblioteca que se interese por todo cuanto atañe a las lenguas semíticas, el mundo musulmán, el destino de Europa y el rosario de cuestiones que he intentado resumir apresuradamente, con entusiasmo.
- Imprescindibles para sobrevivir y Personajes en este Infierno.
MMarie says
Me descubre un personaje pero qu e muy impresionane, Mr Q.
J. Moreno says
Desconocía a este francés tan culto y conocedor del islamismo.
¡¡Desde luego tu blog es un gran hallazgo!!
JP Quiñonero says
Mme Marie, J.Moreno,
Mme Marie,
Me encanta que le guste el personaje.
J.Moreno,
Massignon también es una suerte de outsider de mucho genio, poco y muy tardíamente traducido al castellano, con gran respeto, eso sí. Su obra mayor es un volumen tan grueso que no es de fácil traducir, por los tiempos que corren. Creo que hicieron un respetuosa edición recortada, o reducida, o como se diga,
Q.-
GL says
Por razones que no vienen al caso pasé un tiempo sumergido en Alfarabi y pronto me di cuenta que todos los caminos me conducían a Massignon. Intuí una personalidad extraordinariamente compleja. ¿No estuvo con Lawrence de Arabia? Y me interesó mucho su extraña relación con el cristianismo. Algunos amigos judíos, sin embargo, me lo anatemizaron. No tengo, pues, una idea formada sobre Massignon, pero me interesa lo que cuentas. ¡Gracias por mantenernos informados sobe todas estas cosas! En este infierno siempre hace la temperatura adecuada.
JP Quiñonero says
Gregorio,
Siiiiiiiiiiiiiiiiiii… Massignon y Lawrence se cruzaron en El Cairo, en Jerusalén, en París, aquí y allá en Oriente Medio…
Fueron rivales. Massignon escribió varios textos contando esa relación. Y los biógrafos franceses de Massignon han matizado la cosa. Lawrence y los ingleses guardaron mucho silencio al respecto. En algún momento, Lawrence dice que, en Siria (¡y no solo en Siria!!), “los franceses son nuestros enemigos”. Massignon siempre utiliza un lenguaje menos brutal para hablar de “los ingleses”.
París envió a Massignon a El Cairo con el fin de “contrarestar” la influencia de Lawrence en Faysal… Los franceses (Massignon) eran partidarios de una suerte de blitzkrieg árabe. Los ingleses (Lawrence) eran partidarios de una suerte de “guerra de guerrillas” (la que cuenta Lawrence en su libro). Vaya usted a saber…
En París, cuando Faysal discutía con Clemenceau del futuro de Oriente Medio, Massignon asistió a muchas de esas conversaciones. Los ingleses (Lawrence) temían que los franceses convencieran a su protegido.
Cuando las potencias europeas entraron en Jerusalén (191¿8?), Lawrence y Massignon representaban a Londres y París…
Sobre Massignon, lo más accesible e indispensable, hoy, son esos dos volúmenes de los que doy noticia. Sin embargo, el monumental AlHallâh (Gallimard) y los tres gruesos volúmenes Opera prima (Dar Al Maaref, Líbano) son lo genuinamente indispensable para el personal más interesado, claro,
Q.-
PS. Tus lectores esperamos tu Leo Strauss, claro.
GL says
¡Qué sagaz es usted, don!
Sí, Leo Srauss está efectivamente en el fondo de este interés mío por Massignon. Cuando Strauss llega a París, en 1933, establece una relación muy estrecha con Kojève, Koyré y, posiblemente gracias a la mediación de su genial cuñado, el arabista Paul Kraus, con Massignon y Henry Corbin. No descarto que algo tuviera que ver Massignon con el suicidio (?) de Kraus en El Cairo.
Respecto al libro… «quizás mis lentos ojos no verán más el sur», etc.
Un cordial abrazo.
Antonio says
Sr. Quiñorero, felicidades por su blog.
Enrique M. F. says
Q, leyendo esto y aquello me he topado casualmente en más de una ocasión con alguna cita de un párrafo de Massignon en castellano, pero ¿hay alguna obra suya publicada en la lengua de Cervantes?
JP Quiñonero says
Gregorio, Antonio, Enrique,
Gregorio,
Todo ese tejido de relaciones está ahí: a falta que alguien lo estudie y ahonde en el tema. Esperamos tu Strauss.
Antonio,
Gratitudes…
Enrique,
Hay cosas: pero no tengo claro como ni cuando. Entre los arabistas es un personaje venerado desde hace décadas…
Q.-