Con un pie en el estribo de un viaje de ida y vuelta París – Madrid – París, vuelvo a mi texto sobre LF Céline…
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ABC, 27 mayo 1994. Naufragio del hombre moderno. Texto que, releído, tantos años después, bien subraya, para mí, varios temas centrales y recurrentes, en mis cosas:
a). Céline combate la tiranía última de la política y la ideología, intentando someter la libertad de la palabra hablada.
b). Céline -como Joyce, Beckett y Camilo José Cela- consuman gigantescos actos de sabotaje contra una arquitectura espiritual que consideran corrompida y agonizante.
c). El Verbo es la esperanza última: hablar, hablar, hablar, sin cesar, nombrando palabras amenazadas por la desertización.
Ufff querido Q. Leerte es entrar en un universo que se pierde, que se me aleja, y que me hace sentir una soledad compartida de alguna manera.
Si considero la vida un viaje hacia ninguna parte, pero que por los los caminos encuentras viajeros que sienten emociones similares y que compartes cuando los vas conociendo, cierto placer en ello es lo que estoy encontrando en esta vereda de Internet.
Lástima de enclaustramiento durante unos años que me apartaron otros intercambios de sensaciones.
Gracias por el escrito de hoy.
Te leo en Madrid, donde ando de aquí para allá, resolviendo menudencias varias. Tu generoso comentario me anima un poco: las palabras siempre crean un espacio nuevo,
Q.-
es un insulto para celine joyce y beckett que el retrasado de cela aparezca en esa frase, cela y sus lavativas y el regimen de franco es todo uno
Lector voraz,
Temo que no sepas cual es el puesto de Cela en la historia de la lengua y las culturas españolas,
Q.-