Zapatero no es responsable de todo. La senilidad prematura, el arcaísmo e inmovilismo social / cultural también tienen su importancia.
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Todo esto me parece evidente… Zapatero deja una generación quemada, Generación Zapatero, Generación desencanto, Zapatero está destruyendo una generación, Generación Zapatero y economía de la incultura.
Más compleja quizá sea la emergencia / revelación de nuevas generaciones de apestados:
Uno de cada dos trabajadores varones de entre 50 y 65 años de edad está en paro o prejubilado, situación que es aún más grave en el caso de las mujeres, según un estudio coordinado por el sociólogo y catedrático emérito de la Complutense Juan Díez Nicolás.
Y los que tienen la suerte de trabajar cumplidos los 50 -el 20% de la población activa- se enfrentan a la «visión más bien negativa» que de ellos tienen las empresas privadas y las administraciones públicas. [ .. ] [ABC, 10 diciembre 2009. Uno de cada dos trabajadores de más de 50 años está prejubilado o en paro]. [CEOMA, El trabajo más allá de los 50. Informe sobre la prolongación de la vida activa].
Las negritas son mías.
He dicho bien apestados. Quizá fuese necesario matizar el calificativo:
-Parece significativo el rechazo social.
-Se me antoja igualmente palmaria una cierta senilidad prematura, bien enraizada en el arcaísmo e inmovilismo cultural muy España castiza. “Genio y figura…”
Cuantas vidas gastadas en vano, MrQ; cuanto «capital humano» tirado a la basura, como cosas que se usan y se tiran, juguetes rotos.
Evidentemente, ni siquiera Zapatero -pese a ser uno de los dos protagonistas de la conjunción planetaria que vamos a vivir a partir del 1 de enero- es capaz de producir tal involución social.
Aunque, desde luego, no ha contribuido en nada a transmitir otro mensaje. La adjudicación de carteras ministeriales a personas como Bibiana Aído -que tampoco tiene culpa de ser lo que es, aunque bien podría haber sido más humilde y rechazar la propuesta en su momento- simplemente por ser mujer y joven es el vivo retrato de lo que apunta.
Más clamoroso es el ejemplo del ERE en RTVE, donde la mejor generación de profesionales del sector audiovisual del país fue barrido. El coste económico y social de tal decisión difícilmente podrá ser calibrado y desde luego la simbólica designación de Oliart ahora no lo va a compensar.
El problema de los mayores de 50 años (y ¡ojo!, este umbral va a ir descendiendo paulatinamente) no es que estén desafasados en sus conocimientos, sino en sus pretensiones. ¡Quieren cobrar por trabajar lo suficiente como para garantizar su autonomía! ¡No están dispuestos a ser becarios durante 20 años! ¡Reclaman justicia y dignidad! Y eso es intolerable.
En la profesión periodística esto es especialmente evidente. Lo veo todos los días. En las seleccione de personal hay que buscar carne fresca, qué más da que estos jóvenes y a menudo ya «quemados» (y todavía no han empezado) profesionales no sepan pegar una subordinada a una oración simple, que confundan el «entorno» con «en torno» o que jamás hayan oído hablar de la Revolución de Terciopelo. Lo importante es que por menos de mil euros (a veces bastante menos) le van a sacar al empresario las castañas del fuego, aunque estén a medio hacer. Si con suerte tienen pareja y ésta ingresa más o menos lo mismo, a lo mejor se pueden plantear comprarse un piso y dejar descansar a unos padres (ahí vamos) que quizá, pese a años de experiencia, se encuentren en el paro.
Sr. Quiñonero. No es injustificado alarmismo. Es que la cosa está muy mal y al ritmo que vamos, como decía el otro, peor que se va a poner. Esto no es el culto a la juventud que denunciara Ortega (que también algo de eso hay) sino la entronización de la mediocridad, la precariedad. Cuerpos ocupados, almas vacías…
Mme Marie, Apocalíptico…
Lo del capital humano tirado a la basura casi estoy por «robárselo» y volver a utilizarlo un día de estos.
Apocalíptico,
Más que cuerpos ocupados y almas vacía, temo que la cosa sea un poquito más grave: almas muertas, cuerpos errantes sin rumbo conocido, o algo así,
Q.-
PS. Si pudieras suprimir la barba del Sr. Ese…
Geniales¡¡¡ la entrada de Quiñonero, las afirmaciones de MMarie y la apostilla de Apocalíptico…
¡Realidades todas como «puños»!
¡Que Dios nos coja confesados en este «país» de miseria y almas rotas!
Saludos.
Antonio,
Genialmente… jodidos, estaba a punto de escribir,
Q.-
Pues Q.-, adelante, no ahorres adjetivos, que los tuyos no matan, dan vida.
Sabia reflexión la de Apocalíptico y una imaginación desbordante: nunca podría yo llegar a imaginar que B. Aído (vaya… vahído… al escucharla, supongo) dijera que no a un ministerio o a cualquier forma de poder. También veo, fuera del periodismo, en mi trabajo, gente joven aceptar responsabilidades para las que me considero yo poco competente, con mucha más experiencia, pero mayor modestia, no sé, o mayor estupidez. Y entre ellos, no hay la menor solidaridad, que es lo peor.
Carmen
Carmen,
Si… todo eso está ahí. Y temo que sea una culpa colectiva, agravada por estas o aquellas políticas. Una sociedad que se devora asi misma, privándose de «capital humano»… fomentando los egoismos más bajos, atizando el miedo y la incertidumbre entre todos…
Q.-
Q.-
¿culpa colectiva? De unos, mucha, de otros, ninguna. ¿Tú te consideras culpable de la situación lamentable de esta sociedad? Están los que sacan mucho provecho de todo esto. Los que no se dan cuenta de dónde viven o no quieren pensarlo. Hay víctimas de la situación. Y algunos, como tú, que la denuncian muy directamente. Otros que compartimos esa denuncia y que, en la vida cotidiana, no aceptamos los juegos del poder (que hay muchos, infinitos, a los que están invitados todos), pagando un coste, claro está. Nada hay gratis en esto. Pero no todos son culpables.
Carmen
Carmen,
Quizá no me he expresado bien; a estas horas… quizá la palabra culpa no sea la más oportuna: ¿Sonaría mejor responsabilidad? Vaya usted a saber.
Tampoco el problema es simple. Yo comenzaba por hablar de apestados… pero, en verdad, los hay muy felices con desaparecer de la vida laboral poco después de los 50 o 60 años. Para otros se trata de algo impensable: e intentan seguir currando, cuando pueden.
A donde yo iba era… que una sociedad que se priva masivamente de tantos hombres y mujeres más o menos bien formados, con cierta experiencia, es una sociedad que destruye ella misma buena parte de su “capital humano”. Dicho esto: hay muchos hombres y mujeres encantados con el estatuto de pensionista o prepensionista, sin otra ambición que cobrar su pequeño salario por seguir vegetando.
Y los hay –también- genuinamente apestados, por unos y otros, claro está. A esa complejidad me refería con la “culpa” o la “responsabilidad”.
Tragedia global: una sociedad que se empobrece, hombres y mujeres usados y tirados prematuramente, sin olvidar el recorte de las libertades individuales: se es menos libre cuando se desea trabajar y no se puede trabajar, víctima del paro, la edad o cualquiera otra peste discriminatoria o lo que sea, ¿no?
Q.-
Sí, es una tragedia global, en este caso nacional. Completamente de acuerdo con todo lo que dices. Es que la palabra «culpa» la utilizan a veces, sobre todo los políticos, para que los ciudadanos creamos que somos responsables, todos, de sus desaguisados y no es así. Ya sé que no es tu caso.
Carmen
Carmen,
Oséase… que… alguien nos ampare (¿quién?)…
Q.-