Aminetu Haidar ha vuelto a su casa en El Aaiún. ¿Era eso todo lo que deseaba…?
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Confieso que me siento y he sentido manipulado emocionalmente, por el cinismo cruel del gobierno marroquí, el cinismo hipócrita del gobierno español y la agitación orquestada por los amigos de Haidar.
Argelia, Francia, EE.UU. han actuado activamente tras las bambalinas del espectáculo, pero, al menos, su cinismo de Estado no ha jugado con nubes tóxicas de palabras muertas, que son la materia prima por excelencia de la agitprop.
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