Me llama Jesús: “La han dado el premio a Amin Maalouf”.
-No tiene la estatura de Ana María Matute.
-Anda, anda…
[ .. ]
LIBANÉS COSMOPOLITA
Amin Maalouf ha vivido mucho más tiempo en París que en su Líbano natal. Pero habla francés con un acento oriental muy marcado, para insistir en su identidad cosmopolita: “… sigo siendo libanés, sin duda; pero también soy mediterráneo, francés, parisino, europeo… quizá por esa misma razón, alguno de mis personajes era originario de la España, la Andalucía de las tres culturas…”
–Es usted muy optimista sobre aquella Andalucía, que también fue víctima de guerras civiles y guerras de religión, entre musulmanes y cristianos, y entre musulmanes de distinta sensibilidad.
-Matizaré mi punto de vista… España siempre ha estado presente en mi obra. Fue en España donde se produjo el encuentro emblemático entre las tres grandes religiones del Mediterráneo.
DESASTRE MUNDO ÁRABE
–Encuentro conflictivo y ensangrentado, en muchas ocasiones.
-Yo no hago una evaluación global de aquella España, aquella Andalucía. Tomo algunos momentos de referencia, esenciales. No se trata de idealizar en absoluto. Se trata de recordar grandes momentos de referencia, que pudieran servirnos para comprender nuestra realidad, para poder imaginar otras realidades, insistir en la necesidad del diálogo de fondo.
–Muchos árabes musulmanes sueñan con nostalgia imperial hacia aquella Andalucía.
-No es mi caso. Yo no soy musulmán.
–Pero evoca con nostalgia una España o una Andalucía idealizada.
-Es cierto que he amado y amo la historia del mundo árabe. Me apasionan muchas páginas de esa historia. Pienso en Andalucía, en Córdoba, en Bagdad, de Damasco, El Cairo. La historia de ese esplendor pasado me ha fascinado. Esa historia también es la mía. Al mismo tiempo, pienso que el mundo árabe no ha estado nunca en una situación tan desastrosa.
DE LA DECADENCIA AL BONAPARTISMO
–¿Por qué?
-Todas las civilizaciones han evolucionado… Europa, Chica, la India… todas las grandes civilizaciones han terminado asumiendo, adaptándose a una forma de modernidad que es la de Occidente, a grandes rasgos. Con todos los matices que se quiera. Los árabes no lo han hecho. Y veo el futuro inmediato con cierto pesimismo.
–¿Es la religión culpable de ese estancamiento que se prolonga desde hace siglos?
-No solo. Los pueblos y las sociedades árabes no han progresado en materia de derechos del hombre, ni el terreno esencial de la democracia. La religión ha influido. Pero hay muchas otras razones. Durante muchos años, en las sociedades árabes dominó el nacionalismo árabe. Todo aquello se hundió. Desde la revolución iraní parece que triunfa una visión integrista del islam, con una cierta vocación bonapartista.
ISLAM EUROPEO
–¿Triunfará, acabará ese islam bonapartista exportando su visión mesiánica a la totalidad de las sociedades árabes / musulmanas?
-Creo que el islam también es víctima de su fragmentación geográfica. El islam marroquí no es el mismo que el islam iraní, que también es diferente del islam en otras muchas sociedades árabes.
–También existe un islam europeo, que suscita mucha controversia.
-Si. En principio, debiéramos tener esperanza en ese islam europeo. Lo ideal sería que los musulmanes europeos “exportaran” una visión modernista de su religión hacia el resto de las sociedades musulmanas. Pero temo que no esté ocurriendo eso, precisamente. Por momentos, tengo la impresión que los musulmanes europeos viven más pendientes de las sociedades musulmanas no europeas. Al mismo tiempo, hay muy diversas formas de ser musulmán, en Europa. Lo ideal sería que los musulmanes europeos fuesen un factor de modernización. Pero no estoy seguro que sea eso lo que está ocurriendo, exactamente.
REALIDAD DESASTROSA
–Usted nació en el Líbano, en el seno de una familia cristiana, pero habla con mucha simpatía de los momentos dorados de la civilización musulmana. ¿Se ha convertido al islam?
-No… Nací en una familia cristiana, efectivamente. Y sigo siendo fiel a mis orígenes. No soy cristiano practicante. Pero soy fiel a mis orígenes.
–Cristiano libanés, en el destierro, durante la mayor parte de su vida, ¿cómo ve usted el futuro de su patria, sus patrias, libanesa, mediterránea, francesa, europea…?
-Percibo una realidad desastrosa. Y esto muy inquieto por el futuro, por nuestro futuro. Las crisis árabes me preocupan e inquietan. Las crisis mediterráneas me alarman. Las crisis europeas me inquietan. Dicho esto, podemos ser pesimistas. Pero no tenemos derecho a la desesperación. Debemos creer. Esperar. Esperar. [ .. ] [ABC, 10 junio 2010, Amin Maalouf: «No tenemos derecho a la desesperación»].
- Entrevistas en este Infierno.
No sé si Maalouf tiene la estatura de Martín Gaite, pero esta colección de obviedades y lugares comunes podría haberla firmado cualquier secretario de organización de partido político de Carpetovetonia. A lo mejor eso explica el premio.
Otanes,
Bueno… en verdad, yo hablaba de Ana María Matute, pero, bueno, tanto monta Carmiña como doña Ana. Sobre el resto… hombre, ni tanto ni tan poco…
Q.-
Identidades Azsesinas es un ensayo bastante bueno de Maalouf, aplicable también a las identidades españolas -la vasca, por ejemplo– y desde luego con un racionalismo mucho más acusado que una creación literaria de matute.