Instantánea, by Weegee.
Camuflado tras su barba, me perdona la vida para mejor ejecutarme con las razones que ha leído en el breviario filantrópico de la mañana.
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Magnánimo, tras el escalpelo definitivo, concede –sin que yo hubiese hecho alusión- que los padrinos de su familia llevan treinta y tres años adoctrinando; sin advertir que pudieran existir otras voces, que los mozos de cuerda de la distribuidora filantrópica han encerrado en la camioneta que no entrega los periódicos que el quiosquero no expone y el lector filantrópico no leería, convencido de la inexistencia de quienes son eliminados con la violencia del silencio de las ondas, la imprenta y las columnas del templo filantrópico, reservado a los fieles de la bandera filantrópica de la familia.
Me ha dejado vd. de piedra, don JP. ¿Y ahora cómo vuelvo al estado líquido o gaseoso? Ignorante, quisiera preguntar si todos los breviarios matutinos o vespertinos, si aquí o allí, son iguales. Pero me puedo quedar sin la respuesta, tan ricamente.
Saludos desde la Sala Cervantes de la BNE madrileña, en una pausa manuscrita y agosteña.
PD: A mí al menos no me ha salido la instantánea de Weegee. Señalo.
Jesús,
Los breviarios genuinamente filantrópicos profesan casi las mismas tentaciones a la verdad absoluta en materia de filantropía y otras verdades reveladas. imponiendo sus criterios con una eficacia temible, para mi sensibilidad, a través de una economía mafiosa:
–Fútbol y tv para entender y pensar la crisis.
–Dia del Libro, San Jordi, Estado y mafias filantrópicas.
Q.-