Insensible a los encantos de la prostitución de carretera, enchufo el aparato de radio del coche. La prostitución radiofónica es mucho peor y más dura.
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La manera de presentar y comentar las noticias del día [20 diciembre 2010, entre las 20 y las 20.45, en RNE], sobre la crisis de la deuda española, me parecen una manera como otra de engañar al personal, maquillar la realidad, y, quizá, algo peor: dejar al descubierto una incomprensión pavorosa de la triste realidad…
-La noticia del día: el gobierno español tendrá que seguir pidiendo dinero para tapar agujeros.
-Consecuencia temible… quienes tienen dinero para prestar al gobierno español, se lo ofrecerán a un interés más alto. Es decir: el gobierno español seguirá hipotecando España a un precio siempre más alto.
-Comentario escandalizado de los colegas… “¿Qué quieren que hagamos? ¡Los fondos especulativos son insaciables! El gobierno español está haciendo sus deberes y hace todo lo que quieren…”
Corto.
El gobierno español, sus portavoces, los medios de incomunicación de masas, las orquestas audiovisuales (filantrópicas y salsa ketchup), los incontables analistas (filantrópicos y canallescos) siguen ocultando la triste realidad con sus nubes tóxicas de ideología tropical:
-Las cuentas gubernamentales españolas no son nada de fiar; y casi nadie se fia de ellas.
-Las cuentas gubernamentales españolas no son de fiar, víctimas de las hipotecas políticas que pesan sobre sus contabilidades y promesas.
-Las retóricas políticas carpetovetónicas (ideológicas, estatales, gubernamentales, autonómicas, municipales) tienen un tufo tropical que tira para atrás a quienes tienen dinero para prestar a un Estado, insensibles a las nubes tóxicas madrileñas, catalanas, vascas, andaluzas y de las más distintas bascas carpetovetóncias… el futuro de ZP o la “transición” catalana (¡¿cual de ellas..???!!) tienen un tufo caribeño que solo invita a la desconfianza. Desconfianza que tiene una traducción económica brutal: quienes tienen dinero para prestar no se fían de todo ese laberinto…
El chute con ideología tiene ese coste, canceroso: la charlatanería de ayer y de hoy se paga con hipotecas a pagar, mañana. Las deudas que sigue contrayendo el gobierno central y los gobiernos autonómicos se tendrán que pagar con más horas, días, meses, años de trabajo. Muchos años, hipotecados, más pobres y sonámbulos.
Estos chicos creen tener razones para tumbar hoy la web del Congreso, en NacionRed
Armando,
Bueno…
Q.-