Recuerdo, el de José Lezama Lima, el día de su centenario, que une a muchos conjurados de varias generaciones.

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Desde que Juan Ramón Jiménez “desembarcó” en La Habana, en 1936, la peregrinación física o espiritual a los sucesivos domicilios de Lezama, en las calles del Prado y Trocadero, forma parte del viaje iniciático de sucesivas generaciones de escritores españoles y americanos.

Durante los años cuarenta y cincuenta del siglo XX, Lezama dialogó y se carteó con buena parte del  gran exilio español. Desde los años treinta cultivaba su legendaria amistad con Ángel Gaztelu.

Durante los 50 y primeros 60, mexicanos como Carlos Monsibáis, o argentinos como Julio Cortazar, soñaban con un encuentro personal que terminaría consumándose.

Entre el 67 y el 68, poetas españoles de corte social, como José Manuel Caballero Bonald y José Ángel Valente, aprovechaban sus viajes a la Cuba castrista para visitar a Lezama y escucharlo con inmenso respeto. Ese diálogo se prolongaría hasta la muerte de Lezama.

DE MALDOROR A CONFLUENCIAS

En 1972 Carlos Barral propuso conceder el premio Maldoror a la primera edición de la Poesía completa de Lezama. Si no recuerdo mal, fuimos Félix de Azúa y yo mismo quienes hicimos el “panegírico” del poeta. Octavio Paz y Luis Rosales formaban parte del jurado.

Durante los años 80 y 90 del siglo pasado, poetas y escritores como Abelardo Linares no solo viajan a La Habana, rastreando las huellas de Lezama: cuando crean nuevas colecciones de libros o editoriales, recurren a su obra para darle nombre, como ocurre con Espuela de plata, que es el nombre de una de sus legendarias revistas literarias.

A caballo entre finales del siglo XX y principios del siglo XXI, poetas, escritores y editores como Enrique Juncosa o Javier Fornieles Ten siguen viajando a La Habana no solo en busca del fantasma y las huellas de Lezama. Fornieles Ten preparó una edición de correspondencia y textos de Juan Ramón y Lezama, Querencia americana (2009), ultima la edición de los ensayos completos de Lezama, y anima la creación de una nueva editorial, Confluencias, en homenaje al ensayo de Lezama, que también será el primer volumen editado.

• Crítica literaria, Personal e Imprescindibles para sobrevivir en este Infierno.