Las revoluciones árabes también desentierran milenarios conflictos religiosos.

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Quizá el más visible sea la persecución de los cristianos coptos en Egipto: Los coptos y los hombres armados rondando por las iglesias… Christians and Muslims clash in Cairo, 1 dead, Cairo: Thousands of Christians, Muslims clash.

Hay otros…

… en su diversidad, las revoluciones en curso también han desenterrado una milenaria factura islámica, que ha tomado el rostro de una guerra religiosa, entre musulmanes de distinta obediencia, en países globalmente estratégicos, como Bahréin, donde la desestabilización del Estado puede tener alcance mucho muy grave para el precio mundial del petroleo.

La revolución iraní (chiita) y su vocación proselitista, bonapartista, fue y continúa siendo percibida como una amenaza inquietante para el resto del mundo musulmán sunnita. La guerra religiosa islámica, enfrentando a chiismo y sunismo, en Irak, ha dejado tras si un número incontable de muertos.

La pobreza de masas, la corrupción, la explosión demográfica, las aspiraciones de la mujer árabe, han sido los detonadores bien conocidos de la revuelta árabe en Túnez, Egipto y Libia. En Bahréin, las aspiraciones de la población chiita tienen una importancia religiosa nada común, percibida con inquietud en el resto de los países del Golfo, donde las minorías religiosas se consideran perseguidas.

Se trata de una guerra de religión islámica cuyas raíces se pierden con los orígenes del Islam. Irán e Irak nos recuerdan a diario la dimensión trágica de ese conflicto religioso, entre musulmanes, de una actualidad inflamable.

–La colère des chiites menace la stabilité de Bahreïn.
–Sunnisme et chiisme entre coexistence et conflits.
–Muslim Against Muslim.
–Shi’a–Sunni relations.

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Balcanización del Islam de Francia.