¿Matarán o neutralizarán los aliados a Gadafi en cuestión de días…?

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La eficacia quirúrgica de los bombardeos aéreos y las “armas inteligentes” (misiles de crucero, Tomahawk y otros) permitirán destruir buena parte de las intraestructuras militares de Gadafi, en cuestión de días, en efecto, o pocas semanas.

“Cubierto” con “escudos humanos”, Gadafi podrá seguir orquestando su resistencia con unos equipos mínimos: unas líneas de teléfono, una emisora de radio y tv, difíciles de neutralizar sin un costo humano devastador.

Los aliados pensaban aterrorizar a las poblaciones civiles, los mercenarios y el ejército fiel a Gadafi, con una presentación “cinematográfica” de la batalla (uso publicitario de imágenes espectaculares de las armas utilizadas). Quizá consigan más tarde una desmoralización que no se ha producido completamente de la noche a la mañana.

Gadafi ha respondido con temible inteligencia: distribuyendo armas de mano para “abatir a los traidores”… Sus fieles son invitados a liquidar al arma blanca a sus adversarios: “extendiendo” la guerra civil de calle en calle, de casa en casa.

Los aliados pueden prolongar la campaña aérea mientras lo consideren oportuno, destruyendo infraestrecturas industriales, civiles, carreteras, etc. Pero la guerra civil generalizada no facilitará forzosamente el avance de los rebeldes hacia Trípoli, para derrocar definitivamente a Gadafi.

Sin tomar Trípoli, los rebeldes pueden controlar buena parte de Libia, sometida al imperio del arma aérea aliada. Y comenzar la marcha hacia la capital que les permita conquistar el poder, un día, en un país donde no existen instituciones, no existen partidos políticos, no existen sindicados; donde la realidad tribal tiene una importancia que nadie sabe como se verá influida por la guerra civil en curso.