Jean-Louis Trintignant resume la tragedia con la precisión del gran intérprete de textos clásicos: “Me produce náuseas que el asesino de mi hija sea ovacionado como un gran artista en el festival de Avignon”.
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VEJATORIAS VIOLENCIAS FÍSICAS
Marie Trintignant murió en Neuilly, el 1 de agosto del 2003, a causa de una hemorragia y edema cerebral sufridos tras la brutal paliza que le dio su amante, Bertrand Cantat, un par de días antes, en un hotel de Vilnius (Lituania).
Cantat, fundador del grupo Noir-Désir, fue condenado a ocho años de cárcel por homicidio involuntario. Y “explicó” la muerte de Marie Trintignant como consecuendia de un “accidente”, durante una “disputa de enamorados”. La autopsia demostró que Marie Trintignant había sufrido numerosos golpes violentos en la cabeza, precipitando la hemorragia que le sería fatal.
A lo largo del juicio que lo condenó por homicidio involuntario quedó demostrado que Cantat apaleaba a su amante con implacable regularidad, por las razones más diversas. Otras amantes del cantante declararon haber sufrido violencias físicas vejatorias.
MATA A PALOS A SU AMANTE
Cantat estuvo en prisión apenas tres años, para ser puesto en libertad el 16 de octubre del 2007. Meses más tarde reiniciaría con cierto éxito su carrera de músico, actor y cantante, que debía culminar dentro de estas semanas, en el Festival de Avignon.
Jean-Louis Trintignant, uno de los grandes actores del cine y el teatro francés, el padre de Marie, también estaba invitado al mismo festival de Avignon, que parecía llamado a ser el escenario de un distante “reencuentro” entre el padre de la víctima y el hombre que mató a palos a una de sus amantes.
“MIERDA QUE DA NÁUSEAS”
Trintignant ha decidido anunciar su retirada del Festival de Avignon: “Me produce náuseas que el asesino de mi hija sea ovacionado como un gran artista en el festival de Avignon”. El actor dice “comprender” las “razones artísticas” de quienes han invitado al cantante, pero prefiere estar lejos, muy lejos, de los escenarios donde se celebrará al hombre que mató a su hija.
Cantat también debía presentar una obra de teatro en Canadá. Pero los canadienseshan declarado indeseable al actor y cantante. Jean-Louis Trintignant habla con la dignidad de un padre víctima de una pavorosa tragedia: “Quizá soy impúdico, decidiendo retirarme del Festival de Avignon, hablando en público de mis sentimientos. Pero no puedo ponerme a decir poemas en un festival donde también se ovaciona al hombre que mató a mi hija. No comprendo que ese hombre pueda presentarse en una escena teatral y ser ovacionado. Todo me parece una mierda mal oliente, que me da náuseas”. [ABC, 8 abril 2011. JPQ, Jean-Louis Trintignant: «Me produce náuseas que el asesino de mi hija sea ovacionado como un gran artista en el festival de Aviñón»].
Una nota de corresponsal como es debido, es importante hablar de estas cosas y reconocer la dignidad de un padre que es un actor y que está dispuesto a renunciar a su (necesaria) vanidad de actor en recuerdo de su hija y señalar algo que no se quiere ver: la violencia en la pareja y su sublimación si se trata de un «artista» de más o menos fama. Cierto, sí, el asesino cumplió pena en prisión, pero, pero…
Irene,
Se agradece, oye.
Retomo la cosa por una razón muy simple: estos temas de «sociedad» quizá hablen, también, en escorzo, de oscuras cuestiones de fondo…
Q.-
Vaya un abrazo para ese padre dolorido, como no estarlo ante frivolidades tan horrorosas.
Si la cara es el espejo del alma, sobran comentarios sobre la bestialidad del rostro del macho galo.
La Cultura en manos de los que son incapaces de asumir su esquizofrenia, les lleva a confundir y explotar el alienamiento social del decadente mundo occidental…..
Teresa, J.Moreno,
Teresa,
Algo así pensé yo. Y, en efecto, quizá lo más horroroso se la «alegría», la siniestra frivolidad con la que pasamos por alto u olvidamos las cosas más espantosas.
J.Moreno,
Yo salí huyendo de mi pueblo, hace siglos; y todavía sigo huyendo, emboscado donde puedo,
Q.-
Estoy con Irene.
Miguel,
Es una posición sensata,digo yo,
Q.-
Por alguna razón que no termino de formular, me ha parecido que, aunque esta historia sea cívica y colectiva, iba bien en esta entrada, precisamente.
Jesús,
¡Qué grandes son los italianos cuando son grandes..!!!
«Oh, mia patria, si bella e perduta..»
…
En verdad, la historia del derrocamiento de Berlusconi, a través de Verdi, bien la tomaría yo como modelo para intentar otros derrocamientos en otras patrias más próximas y carpetovetónicas. En nuestro caso, quizá fuese necesario recurrir a la Atlàntida de Verdaguer interpretada musicalmente por Falla. Verdaguer ya hablaba de Spain como de una Atlántida perdida de si misma, en busca de redentor. A eso le puso música Falla: pero ni los catalanes ni los españoles lo saben, ni les importa, ni…
Q.-
¡Ay Quiño! también me he emocionado con el Va pensiero, del gran maestro Giuseppe Verdi.
¡¡Cuanto daría por recuperar a la madre perdida!!
Una de mis quimeras….
J.Moreno,
Anda, anímate, hombre…
Q.-