La siempre correcta línea política permite las trayectorias más sinuosas, siempre al servicio del mismo ideal.

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Trayectorias mal exploradas, con frecuencia, por los estudiosos de nuestra historia inmediata.

Caso nada baladí, puesto que ilumina el comportamiento de las más altas jerarquías del Estado, en París y madrid, el de los GAL, los Grupos Antiterroristas de Liberación.

Al día de hoy, las investigaciones sobre personajes relativamente menores (ejecutores y cómplices de asesinatos) son mucho más numerosas que las investigaciones sobre los personajes que negociaron partidas y contrapartidas de gran alcance económico (contratos industriales, comercio bilateral), político (complicidad al más alto nivel), incluso audiovisual (creación de cadenas de tv de interés mutuo).

Me encuentro entre los testigos y cronistas que siguieron de cerca aquellos acontecimientos, por historiar, con precisión.

Algunos elementos de trabajo:

–Mafias y filantropías de Estado.
–El precio de la lucha contra ETA.

–Los GAL, Felipe, Barrionuevo, Vera, Garzón y un deal entre caballeros.
–Acaba en prisión el ministro que negoció la desaparición de los GAL a cambio del apoyo de Francia contra ETA.

–Jorge Semprún, derogación de la moral y falsificación de la historia.

• Anales de Caína en este Infierno.