Israel / Palestina… Estado (s) y estado de la tragedia

Temo que las nubes tóxicas ideológicas pudran la visibilidad de la crisis palestina.

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Mahmud Abbás, presidente de la Autoridad nacional palestina: “.. he presentado al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, una propuesta para la admisión de Palestina sobre las bases de las fronteras de 1967 con Jerusalén como su capital, como miembro de pleno derecho de Naciones Unidas…”.

¿Es posible crear, hoy, un Estado palestino? ¿Es y sería viable…?

Moralmente, nada hay más urgente: la tragedia del pueblo palestino puede precipitar en cualquier momento nuevas riadas de sangre.

En la práctica…

Estas eran y son las fronteras de Israel y las embrionarias instituciones del pueblo palestino, en 1967, hoy:

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BBC, 23 septiembre 2011. Q&A: Palestinian bid for full membership at the UN.

En detalle, la trágica fragmentación del pueblo palestino tiene esta fisonomía:

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LeMonde, 21 septiembre 2011. Institutions, gouvernance, économie… Le futur Etat est-il viable?

A la izquierda, en malva, la franja de Gaza, donde gobierna el pueblo palestino representado por Hamas, en guerra permanente con Israel, enfrentado a la Autoridad nacional palestina en una sorda guerra civil larvada, entre palestinos.

A la derecha, en malva y rosa de distintos tonos, el territorio teóricamente controlado por la Autoridad nacional palestina, Cisjordania. Las distintas zonas rosa y malva marcan las distintas fronteras y pasos militares donde la Autoridad nacional palestina e Israel se disputan el control y los accesos a uno y otro lado de cada frontera.

Quizá salte a la vista que la ocupación militar israelí, las ocupaciones de territorio y la brutalidad de esa trágica realidad, tienen una culpa pavorosa en la pudrición del conflicto. En su descargo, la prolongación indefinida de los más distintos rostros del terrorismo suicida agravan la inseguridad cívica de Israel hasta un límite atroz.

Quizá debiera saltar a la vista que Israel no tendrá paz, nunca, mientras perdure esa fragmentación cainita. Que la ONU acepte o no acepte a la Autoridad nacional palestina -que ya tiene estatuto de observador- como representante de un Estado palestino quizá tenga una importancia simbólica palmaria. Quedará la atroz realidad.

La crisis global entre Israel y el pueblo palestino está fragmentada, a su vez, en tres crisis paralelas:

–Crisis entre Israel y la Autoridad nacional palestina, instalada en Cisjordania.

–Crisis entre Israel y Hamas, que controla la banda de Gaza.

–Crisis entre Hamas y la Autoridad nacional palestina, enfrentados por el liderazgo de un pueblo palestino víctima de tan pavorosa realidad.

¿Cómo no temer nuevos estallidos de violencia..?

Israel y Oriente Medio en este Infierno.

PS. Guerre ou Paix, «…mort clinique du processus de pais tel quil a été conçu en 1993…».

Jesús says

septiembre 24, 2011 at 1:42 pm

Temo que las nubes tóxicas ideológicas pudran la visibilidad de la crisis palestina.

Es un temor ciertamente muy razonable:

I often hear them accuse Israel of Judaizing Jerusalem. That’s like accusing America of Americanizing Washington, or the British of Anglicizing London. You know why we’re called «Jews»? Because we come from Judea.

In my office in Jerusalem, there’s a — there’s an ancient seal. It’s a signet ring of a Jewish official from the time of the Bible. The seal was found right next to the Western Wall, and it dates back 2,700 years, to the time of King Hezekiah. Now, there’s a name of the Jewish official inscribed on the ring in Hebrew. His name was Netanyahu. That’s my last name. My first name, Benjamin, dates back a thousand years earlier to Benjamin — Binyamin — the son of Jacob, who was also known as Israel. Jacob and his 12 sons roamed these same hills of Judea and Sumeria 4,000 years ago, and there’s been a continuous Jewish presence in the land ever since.

And for those Jews who were exiled from our land, they never stopped dreaming of coming back: Jews in Spain, on the eve of their expulsion; Jews in the Ukraine, fleeing the pogroms; Jews fighting the Warsaw Ghetto, as the Nazis were circling around it. They never stopped praying, they never stopped yearning. They whispered: Next year in Jerusalem. Next year in the promised land.

As the prime minister of Israel, I speak for a hundred generations of Jews who were dispersed throughout the lands, who suffered every evil under the Sun, but who never gave up hope of restoring their national life in the one and only Jewish state.

Dada mi profesión y conociendo a su padre, no es que me extrañe. Me provoca algún otro sentimiento pero no el de extrañeza.

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Jesús says

septiembre 24, 2011 at 1:42 pm

Temo que las nubes tóxicas ideológicas pudran la visibilidad de la crisis palestina.

Es un temor ciertamente muy razonable:

I often hear them accuse Israel of Judaizing Jerusalem. That’s like accusing America of Americanizing Washington, or the British of Anglicizing London. You know why we’re called «Jews»? Because we come from Judea.

In my office in Jerusalem, there’s a — there’s an ancient seal. It’s a signet ring of a Jewish official from the time of the Bible. The seal was found right next to the Western Wall, and it dates back 2,700 years, to the time of King Hezekiah. Now, there’s a name of the Jewish official inscribed on the ring in Hebrew. His name was Netanyahu. That’s my last name. My first name, Benjamin, dates back a thousand years earlier to Benjamin — Binyamin — the son of Jacob, who was also known as Israel. Jacob and his 12 sons roamed these same hills of Judea and Sumeria 4,000 years ago, and there’s been a continuous Jewish presence in the land ever since.

And for those Jews who were exiled from our land, they never stopped dreaming of coming back: Jews in Spain, on the eve of their expulsion; Jews in the Ukraine, fleeing the pogroms; Jews fighting the Warsaw Ghetto, as the Nazis were circling around it. They never stopped praying, they never stopped yearning. They whispered: Next year in Jerusalem. Next year in the promised land.

As the prime minister of Israel, I speak for a hundred generations of Jews who were dispersed throughout the lands, who suffered every evil under the Sun, but who never gave up hope of restoring their national life in the one and only Jewish state.

Dada mi profesión y conociendo a su padre, no es que me extrañe. Me provoca algún otro sentimiento pero no el de extrañeza.

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JP Quiñonero says

septiembre 24, 2011 at 2:33 pm

Jesús,

En verdad, yo aludía a nubes tóxicas más prosaicas, modestas e inmediatas.

Los Netanyahu, en efecto, son gente muy dura. Sus nubes temo que se pierdan en las ventoleras bíblicas del Antiguo testamento. En el caso de Bibi Netanyahu todo el mundo dice -David Grossman y sus amigos- que es un hombre inteligente, que sabe que la tragedia puede volver a precipitarse en cualquier momento… quizá; pero la incomprensión actual hasta puede agravar las tragedias ya conocidas, me temo, ya que Abbás ha decidido quedarse solo -«romper» con Washington- y, a corto plazo, la cosa puede ser llevable, pero a medio plazo su aislamiento (¿quién lo apoyará de manera efectiva?) vaya usted a saber donde lo lleva. Esperemos que alguna luz aparezca por alguna parte,

Q.-

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