Qué miseria, las “necrológicas” consagradas a Havel.
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Retomo uno de mis viejos textos. Apenas han pasado veinte años cortos…
VÁCLAV HAVEL, ENSAYOS POLÍTICOS (*)
Protagonista y actor privilegiado, en una fabulosa y pacífica revolución, desmantelando, en tres semanas, un régimen político que aterrorizó al pueblo checo durante cuarenta años, el dramaturgo y ensayista Václav Havel es, así mismo, uno de los grandes teóricos y ensayistas que nos permiten rastrear el origen verbal, poético, intelectual, existencial y filosófico de la gigantesca conmoción histórica que está agrientando todos confines europeos de los imperios comunistas que todavía controlan, manu militari, la inmensa mayoría de las tierras del continente euro asiático.
En uno de sus más célebres ensayos políticos, El poder de los que no tienen poder (que data de octubre de 1978), Havel nos replantea dos problemas capitales:
–La “originalidad” del totalitarismo comunista en la historia de las dictaduras, aspirando a crear un campo de concentración universal, exterminando las raíces de la cultura, la lengua, el pensamiento y las raíces de la moral de los pueblos, víctimas de su vampirismo administrativo y policial.
–Y la dimensión verbal, poética, de la única “revolución existencial” que, a su juicio, permitiría afrontar el campo de ruinas, miseria, pobreza, crimen y vacío moral, a través del cual una doctrina totalitaria aspira a poblar de esclavos todas las tierras conocidas…
La vocación culturalmente genocida de los modelos comunistas ha sido ilustrada de modo muy brillante por Milan Kundera, comentando la obra de Kafka. Por el contrario, es necesario remontarse hasta la autobiografía intelectual de Karl Popper, Unended Quest, para recordar el origen último de la catástrofe donde se hunde el problema rescatado por Havel: la miríada de pueblos víctimas del derrumbamiento del Imperio austro húngaro, caídos de hinojos en la guerra incendiaria que enfrenta a marxistas y fascistas en Viena, Berlín, Praga, Budapest, durante los años veinte y treinta del siglo veinte.
Popper reconstruye con una precisión profética los orígenes de ese conflicto fáustico. Las memorias de Elías Canetti nos permiten rastrear, igualmente, las raíces éticas de esa tragedia, donde han vivido postrados, durante medio siglo, todos los pueblos centro europeos.
La obra de Kafka quizá sea la profecía negativa que ilumina de modo más sombrío esa historia. Las grandes novelas monumentales de Thomas Mann, Musil, Herman Broch, Canetti, nos hablan de los rastros morales de ese cataclismo, cuyas víctimas se llamaron, entre otros, Walter Benjamin, Stefan Zweig, Ernst Toller, y una interminable retahíla de suicidas y mártires.
Para situar, finalmente, la obra ensayística de Havel quizá sea imprescindible evocar las incendiarias batallas filosóficas, cuyas cenizas anunciaron la llegada de las tropas de ocupación contra los pueblos centro europeos: la ley marcial impuesta por Lukacs contra la “revolución conservadora” de Jünger y la revolución liberal de Hayeck; el imperio marxista condenando al exilio la razón positivista de Popper; la tentación farisaica de la Escuela de Francfort silenciando el veneno de los vampiros que sobrevolaban, en la oscuridad, por el abismo de la noche que cayó sobre la Viena de Wittgenstein.
Perseguido, encarcelado, víctima del terror policial, consagrado a la agitación moral, como dramaturgo y como portavoz de la Carta 77, Havel nos recuerda que, perdido en el laberinto del orden marcial comunista, el intelectual disidente ha sufrido una doble persecución: la bota de los esbirros del partido, en su propio país, y el silencio cómplice de la inteligentsia occidental, contribuyendo, con su ignorancia y miserabilismo moral, a la defensa contra natura del campo de concentración donde los ideólogos marxistas intentaban enterrar toda palabra libre.
No es un azar que uno de los volúmenes de las memorias de Elías Canetti se llame La lengua rescatada, ni que el último ensayo de Havel (su discurso ante los libreros de Francfort que le dieron el premio de la Paz) sea un elogio de la palabra: el dramaturgo checo estima que su pueblo y los pueblos del Este europeo están viviendo lo que él intentó definir, hace más de diez años, como una “revolución existencial”, una “revolución filosófica”, una revuelta, en principio, puramente moral, para devolver a las palabras y a la lengua su sentido perdido, vampirizado y corrompido por la dictadura política, convertida en proyecto de genocidio no menos filosófico.
Preservando la identidad de la palabra, el poeta, el dramaturgo, el ensayista, el ciudadano, Havel, consuman, finalmente, una revuelta moral. Armado tan solo de palabras, el intelectual disidente, checo, o ruso, polaco, húngaro, se tira a la calle para defender su derecho a la palabra y la desesperanza. Moscú lanzaba sus blindados por las calles de Praga para sofocar en sangre la insurrección moral, verbal, espiritual.
Pasa el tiempo, y las palabras sobreviven al imperio de la dictadura y la mentira. Los Estados comunistas se derrumban, dejando tras ellos un lúgubre rastro de ruinas y miseria. Las teorías esgrimidas en Occidente para justificar la tentación totalitaria de los intelectuales se precipitan en el sombrío cementerio donde yace la mujer estrangulada por su esposo-filósofo (Althusser) -desde donde se impartian bendiciones ecuménicas entre los compañeros de viaje más influyentes de su tiempo-, la tierra de nadie donde fueron abandonadas y profanadas innumerables víctimas inocentes, perseguidas por la polución envenenada e industrial, instalando la mentira en el corazón del libre comercio entre las lenguas y los hombres. Tanteando, rudimentariamente, una posible salida de la pesadilla de la Historia, Havel recuerda a Heidegger evocando el carácter luciferino de la tecnología contemporánea, la necesidad de buscar en la Grecia del Archipiélago (Hölderlin) la palabra limpia de impurezas que pueda salvarnos de la Torre de Babel y del Infierno. [ABC, 16 diciembre 1989. JPQ, Essais Politiques].
( * ) Essais Politiques, VH. Textos reunidos por Roger y Jan Vladislav. Prefacio de Jan Vladislav. Editorial Calmann-Lévy, París, 1989. 255 páginas. 120 francos. Václav Havel: Quelques mots sur la parole. André Glucksmann: Sortir du communisme, c’est rentrer dans l’histoire. Editions de l’Aube. Col. Regard Croisés. París, 1989. 445 páginas. 39 francos.
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- Imprescindibles para sobrevivir en este Infierno.
J. Moreno says
Esto me lo guardo en el disco duro para mejores tiempos, cuando la realidad que nos rodea se imponga con toda su crudeza de exterminio, miseria material y moral y genocidio de seres humanos.
Este pasado viernes asistí a la presentación del libro: «Históries de distracció massiva» donde Miquel Manubens mezcla las falacias y tópicos de los farsantes de la HISTORIA, tanto de Catalunya como de Espanya.
JP Quiñonero says
J.Moreno,
Estás en un plan…
Q.-