España, una justicia injusta y perversa.
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El juez Garzón hizo carrera en ese modelo judicial injusto y perverso, que ha terminado devorándolo.
La calidad técnica y profesional del juez no ha estado a la altura de su ambición mesiánica de una justicia universal: los siete jueces del Supremo han podido destruir su carrera profesional -¿para siempre? ¿podrá recuperarse profesionalmente?- gracias a sus deficientes técnicas de instrucción… ¡las escuchas ilegales..! ¡Si las víctimas del GAL saliesen de sus tumbas de cal viva..!
El Supremo estima que las escuchas ilegales son técnicas policiales propias de Estados totalitarios. Quizá no le falte razón. Apenas un matiz… Garzón estuvo amparado (¿?) por el ministerio fiscal (que avaló las escuchas), y el juez que se hizo cargo de la instrucción del caso instruido de manera tan deficiente por el juez condenado, etcétera.
Tras medrar muy alto, gracias a la pobreza de un deficiente modelo judicial, injusto y perverso, Garzón ha caído en la tupida red de sus malos procedimientos. No se trata de una tentación totalitaria: se trata de algo más pobre, mezquino y rastacuero, como bien reflejan las viejas imágenes del juez aficionado a la montería pagada con dinero ajeno.
–ABC, Garzón paga sus excesos.
–El País, Garzón, neutralizado.
- España y Anales de Caína en este Infierno.
maty says
Si defraudo a Hacienda, ésta tiene cinco años para ir detrás de mí.
Si soy el juez Garzón y cometo cohecho impropio, prescribe al cabo de tres años.
Todos somos iguales ante la ley, dijo el Rey.
Menuda panda.
Nota: no entro sobre su culpabilidad o no, sólo en el plazo para su prescripción.
Antonio says
Muy acertado tu ejemplo maty….
Como tú bien dices «menuda panda»…¿quién es el inocente que a estas alturas se cree lo de iguales ante la ley…? ¿en algún tiempo lo fué..?
Saludos.