Barcelona, Raval, 15 agosto 2009. Foto JPQ.
España e Italia podrían hacer descarrillar la economía mundial.
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En ese marco, amenazante y sombrío, los análisis ideológicos de la crisis aventan peligrosas nubes tóxicas, e impiden su comprensión.
Muy groseramente…
-Las muy distintas familias de economistas de izquierdas (socialdemócratas, esencialmente), son partidarios de la intervención de Estado; y creen posible relanzar la economía con inversiones públicas…
… En términos prácticos, sin embargo, España y todos los Estados víctimas de las crisis de las deudas soberanas, son víctimas de la intervención y endeudamiento del Estado, arruinando -desde hace años, con su gasto perverso- los principios históricos del Estado providencia.
-Las muy distintas familias de economistas de derechas (liberales, en sus variadísimas tendencias) son partidarios de reducir poco o mucho la intervención del Estado, favoreciendo el saneamiento de las cuentas públicas, recortando el gasto y liberalizando la economía…
… En términos prácticos, sin embargo, la “liberalización” de los mercados financieros internacionales, durante los últimos veinte años, agravó la crisis de la burbuja inmobiliaria en los EE.UU., y, en el caso de España -con menos deuda en % del PIB que Alemania, Francia o Italia-, imponen un endeudamiento muy gravoso y letal, como confirma la devastadora curva de tipos del Tesoro español desde el comienzo de la crisis: “A pesar de que todavía parece quedar margen para reducir el gasto público, nada se hará si no empezamos a generar expectativas de crecimiento sostenido y de empleo…”.
Al mismo tiempo, la gestión de los negocios públicos, en España y en la zona euro, impone políticas prácticas que escapan a la logomaquia ideológica.
España, como Francia, Italia y Alemania, necesitan reducir su deuda -para recobrar la soberanía y la libertad de acción- y necesitan crear riqueza -para distribuir poder adquisitivo y sanear su modelo económico y social.
La reducción de la deuda requiere reducir el gasto. La creación de riqueza requiere medidas de estímulo, que pueden ser fiscales o presupuestarias. La reducción del gasto sin creación de riqueza hace mucho más incierto, largo y duro el saneamiento de la economía. El gasto público, hoy, podría agravar vertiginosamente la crisis.
Last but not least… en una economía libre y global, el Estado ha perdido el monopolio de la acción y la gestión de las riquezas públicas. El Estado español no tiene el dinero ni los recursos imprescindibles para poder combatir la crisis en solitario. Ante esa impotencia bien real del Estado puede y debiera esperarse la acción -intelectual y económica, cívica- de quienes tengan y sean capaces de defender proyectos concretos…
–Para mejorar el control, reducción y distribución del gasto.
–Para crear nuevas formas de organización y producción de riqueza.
Esperarlo todo del Estado -“protector”, “productor” o “distribuidor”- es sencillamente arcaico y suicida.
Esperarlo todo de la liberalización y el saneamiento de las cuentas del Estado es sencillamente ilusorio: la producción y distribución de riqueza necesita de estímulos fiscales y presupuestarios imprescindibles.
Martin Wolf dice cosas muy semejantes en Financial Times y Le Monde:
Financial Times, 10 julio 2012. Martin Wolf, We still have that sinking feeling…
… Cela fait près de cinq ans que la tornade financière s’est abattue sur le monde en août 2007. Comment se portent aujourd’hui les pays à haut revenu frappés par la crise ? Mal, à l’évidence.
Parmi les six plus grosses économies à haut revenu, seules celles des Etats-Unis et de l’Allemagne se situent à un niveau supérieur à leurs pics antérieurs.
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La grande affaire reste le désendettement du secteur privé, tempéré par une politique monétaire souple et compensé par l’endettement des Etats. La disposition des autorités à mener de front ces deux politiques en dépit des critiques irréfléchies nous a évité de sombrer dans une seconde Grande Dépression.
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La politique économique doit à la fois soutenir la demande et faciliter le désendettement. Cela implique de mener des politiques monétaire et budgétaire agressives, de recapitaliser les banques et d’accélérer la restructuration de la dette privée. Toutes choses que l’administration Obama a tentées. Mais les mesures n’ont pas été prises à une échelle suffisamment ambitieuse et se sont heurtées à l’intransigeance républicaine. Pourtant, à condition que les Etats-Unis ne tombent pas de leur falaise budgétaire avant la fin de l’année, ils devraient enregistrer un modeste redressement emmené par le secteur privé. Une fois ce redressement assez solide, une consolidation budgétaire sérieuse pourra s’amorcer. L’austérité doit suivre un redressement vigoureux, et non le précéder.En revanche, l’incapacité de la zone euro à apporter une réponse efficace à la crise ne peut qu’entretenir le désordre. Ceux qui s’emploient à définir la politique se soucient plus de l’aléa moral de certains que de la panique de tous. Cette attitude rend envisageable une vague de crises souveraines et bancaires culminant dans le rétablissement des contrôles des changes et la désintégration de la zone euro.
L’enjeu essentiel, c’est d’accélérer le désendettement tout en promouvant la croissance. A cette aune, les politiques mises en oeuvre dans la zone euro sont, hélas, très loin du compte. [ .. ] Financial Times / Le Monde, 10 y 16 /17 julio 2012. Martin Wolf, We still have that sinking feeling & Pourquoi les Etats-Unis font mieux que la zone euro].
Las negritas son mías.
- España, en libertad vigilada.
- Memoria histórica del rescate ¿de España? ¿de los bancos españoles..?
- España, bajo tutela de una Europa en crisis.
- España, Alemania, Europa: alemanes cansados de pagar facturas españolas.
- «La crisis del euro durará veinte años..».
- Memoria histórica de las crisis europeas.
- Europa (s), España, Economía y UE en este Infierno.
En lo que todos parecemos coincidir, sin embargo, es en el hecho de que hay que prescindir de «éstos» políticos. Los de la derecha y los de la izquierda. Y que urge replarse la forma, el color y el coste del «Estado» que queremos para el futuro, con menos bancos/mercado y más libertad/democracia. En ésas estamos…, ¿llegaremos?
Jorewic,
Bueno… 100.000 políticos profesionales son demasiados. No está nada claro que a mayor intervención del Estado haya mayor democracia: temo que ocurra lo contrario, pero bueno,
Q.-