¿Existe un “nuevo cine catalán”..?
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Albert Fuguet y Susana Crestelo se han currado (financiado, producido, filmado, montado y están distribuyendo, a través de las nuevas redes sociales) 141 DÍAS, una película que plantea varios problemas de fondo.
Àlex Gorina la ha comentado de este modo:
“141 DÍAS es una película sorprendente. Esto es cine, cine vivo. Una película híper bien realizada, muy bien montada, muy brillante de aspecto. 141 DÍAS permite entrar donde ningún partido político deja entrar. Con esta película se puede ver cómo funciona la organización de un partido y cómo funcionan las relaciones humanas entre sus miembros. Acabas viendo sus debilidades, sus defectos y la parte humana de su gente. La filmación tiene una gran calidad, es como si estuviera ensayada. La película está tan bien hecha y tan bien explicada que puedes llegar a tener la sensación de que se ha podido ensayar. Pero de repente se filtran detalles que hacen que te des cuenta de que no ha sido en absoluto controlada por los políticos que la protagonizan. Y al final puede llegar a ser, incluso, demoledora. Algo muy bonito es que te acabas dando cuenta de que no es una película sobre la ideología de un partido, no es sobre política, sino sobre profesionales. Sobre profesionales de la política o sobre idealistas de la política que se unen y se reúnen para un proyecto común. Pero hay momento en que te das cuenta de que ni Joan Laporta, ni Alfons López Tena, ni Uriel Bertran son los protagonistas, sino que hay un personaje que se llama Àlex Fenoll que es uno de sus colaboradores y que acaba tomando un protagonismo y un punto de vista muy interesante. Este personaje es un disidente, es una persona decepcionada. Es una persona que tiene mucho poder al principio de la película y acaba siendo un derrotado al final del film. Aporta una perspectiva en que el secundario acaba siendo, casi, el héroe de la historia. Estoy feliz de que exista 141 DÍAS, estoy feliz de que podamos hablar de ella a través de FILMIN y de los nuevos sistemas de ver cosas. Pero creo que es una película que merecía ser estrenada en salas de cine”.
A título personal, me atrevería a poner algunas objecciones: Me parece demasiado “pedagógica”: mucha palabra discutible y «pocas» imágenes. Con frecuencia, sus imágenes me parecen demasiado “caudillistas”: se ven pocos rostros de hombres y mujeres, que se filman con demasiada frecuencia en grupo, “ocultando” su personalidad propia. Nunca se ve Cataluña: muchas banderas y poca ciudad, poca tierra, poca realidad más allá de la realidad una miqueta ficticia del personal político, y sus aledaños…
No hay que tomarse demasiado en serio mis objecciones personales.
Sospecho que los simpatizantes de CiU o el PP pueden llevarse un soponcio. La película algo tiene de glosa simpatizante hacia Joan Laporta, que a mi me parece un populista sintomático: nos anuncia los populismos que pudieran venir o han llegado.
Malgré tout, sin embargo, 141 DÍAS también nos habla de los nuevos rumbos que pudiera tomar la creación cinematográfica: rodaje callejero, cámara al hombro, temas de actualidad candente, distribución a través de redes sociales. Esa era la ambición del primer Godard, el primer Truffaut, el primer John Cassavettes, entre tantos otros, siguiendo las huellas de Vigo y Buñuel, claro está,
Godard decía que la industria de la distribución está enterrando en una tumba mercantilista la creación cinematográfica. Quizá sea un poco apocalíptico. Si me parece muy cierto que películas como 141 DÍAS siguen explorando nuevas vías de creación cinematográfica.
Suerte, colegas.
- Un discípulo de John Cassavetes filma la salida del colegio, en Belleville, París.
- Un discípulo de John Cassavetes rastrea las huellas del Baroja surrealista en París.
- Un discípulo de Godard filma la noche de la crisis de Europa y el euro, a la luz de Oradour-sur-Glane.
- Un discípulo de Godard filma la crisis del euro.
- Un discípulo de Godard filma la vuelta al trabajo.
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Rodaje e imagen de 141 DÍAS.
- Cine y Fotografía en este Infierno.
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