Muchos especialistas temen que la “guerra contra el terrorismo” de François Hollande sea tan simplista como la de George W. Bush.
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Nadie duda de la eficacia del arma aérea francesa, destruyendo bases y depósitos de municiones de los cuatro grandes “ejércitos” implicados a geometría variable en el conflicto, Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI), Ansar Dine (Defensores de la Fe), el Movimiento para la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUYAO) y el Movimiento nacional de liberación de Azawad (MNLA).
Sin embargo, están mucho menos claras las relaciones de esos movimientos, entre ellos, y ante la evolución de la crisis.
AQMI y MNLA han tenido históricamente una temible presencia próxima a los yacimientos de uranio de Níger, donde existe una importante colonia francesa, varios de cuyos miembros han sido secuestrados en varias ocasiones.
El presidente Hollande ha “unificado” la diversidad real de tales amenazas, afirmando que Francia ha lanzado la operación Serval para “combatir el terrorismo islámico”. El mismo objetivo de la guerra mundial contra el terror del presidente George W. Bush, en Afganistán. Los especialistas denuncian una peligrosa simplificación, en el caso de la campaña de Malí.
Pierre Boilley, especialista del Sahel y director del Centro de estudios de los mundos africanos, comenta: “Se trata de una argumentación y terminología parcialmente falsa. Es importante manejar la terminología con precisión, para no traicionar la realidad, en el campo de batalla, donde hay grupos expresamente terroristas y otros que no lo son”.
Jean-Yves Moisseron, investigador en el Instituto de investigaciones para el desarrollo, comparte esa crítica de fondo, agregando: “La comunicación política que acompaña una campaña militar es por esencia simplista. Calificando de terroristas e islamistas a todas las fuerzas combatientes se oculta una realidad más compleja, se oculta la diversidad de sus intereses, motivaciones y objetivos, que son distintos. Se impone la prudencia esperando que esas ambiguedades no se transformen en una trampa de consecuencias desastrosas”.
- Hollande retoma la antorcha de la Guerra contra el terrorismo islámico de George W. Bush.
- En Malí, Hollande entra en una (s) guerra (s) sin solución militar.
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Le Monde, 13 y 16 enero 2013. Geoestrategia de AQMI y la crisis de Malí.
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