Peor que la crisis: el fraude contable de quienes controlan el dinero público.
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La Generalitat e instituciones privadas catalanas, como el Institut d’Economia de Barcelona, estiman que Cataluña es víctima de un déficit fiscal crónico, que ascendía al 7,7 % del PIB catalán en 1986 (unos 2.530 millones de euros) y era superior al 9,8 % del PIB catalán en 2009 (unos 16.400 millones de euros). Con perspectivas a la agravación, desde entonces.
El Gobierno de España e instituciones privadas madrileñas, como el Instituto de Estudios Económicos, estiman, por el contrario, que Cataluña habría tenido un superávit anual que sería superior a los 3.241 millones de euros, los dos últimos años.
El último informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) sobre la financiación de las comunidades autónomas subraya, por su parte, graves errores contables cometidos por el Ministerio de Economía y Hacienda y los gestores económicos de todas las comunidades autónomas.
Dicho de otro modo:
-Las cuentas del Estado y las comunidades autónomas están pasablemente maquilladas.
-Los errores contables cometidos por unos y por otros tienen un palmario origen político.
-Las comunidades ricas (las que aportan al Estado más de lo que reciben), Madrid, País Vasco, Cataluña, entre otras, desean renegociar un modelo de financiación que lleva muchos años renegociándose sistemáticamente.
-Las comunidades pobres (las que reciben del Estado más de lo que aportan), Andalucía, Extremadura, Valencia, Murcia, defienden sus posiciones.
El fraude contable de todos agrava y envenena la crisis. Los fraudes y escándalos político / económicos (generalizados) son una gangrena, podrida por el doble duopolio ideológico cainita (izquierda / derecha, nacionalistas “periféricos” contra nacionalistas españoles).
Capricho, 40
Temas de trabajo de España, una temporada en el infierno.
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