Así lo anunció ayer Mariano Rajoy.
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Avanzó el proyecto con un primer tweet:
El informe para la #ReformaAAPP recoge un total de más de 200 propuestas de medidas de gran calado. Algunas concretas.
En el informe de más de 2.000 páginas, redactado por la Comisión para la reforma de las Administraciones Pública había “algunas propuestas concretas”. ¡Menos mal..! Entre ellas, el presidente del gobierno anunció 200 “propuestas” que resumió de estos diez tuits / tweets:
1.- Elaboración de los PGE: gastos corrientes en bienes y servicios e inversiones, presupuesto de base cero.
2.- Iniciativas destinadas a la centralización de los contratos de servicios y suministros. Comprar juntos, comprar mejor.
3.- Objetivos clave: simplificar trámites y procedimientos, suprimir órganos o entidades innecesarias.
4.- Implantación de una ventanilla única para el comercio exterior.
5.- Haremos que la administración electrónica sea una realidad.
6.- Se implantará la historia clínica digital para que los ciudadanos puedan ser atendidos en cualquier CCAA con sus informes.
7.- Se pondrá en marcha la cita previa electrónica en el servicio público de empleo.
8.- Factura electrónica en las Administraciones para facilitar las relaciones comerciales con sus proveedores.
9.- Control de la deuda de las AAPP con sus proveedores: periodo medio de pago, plazos de morosidad.
10.- Simplificación de trámites administrativos para la apertura de empresas: “Emprende En Tres”.
Salta a la vista, a mi modo de ver, que hay cosas sensatas y razonables en ese decálogo cosmético. Queda en suspenso lo esencial: las reformas aplazadas de la Constitución, la Ley de partidos y el Estado autonómico.
La reformas “exigidas” o “sugeridas” por el FMI son harina de otro costal.
Me gustaría conocer, por otra parte, algunas reformas que pudieran facilitar la creación de empleo y riqueza. Cien economistas han redactado un Manifiesto titulado Por un nuevo impulso a la creación de empleo en España. Han prometido enviarme ese documento. Veremos.
Materiales de trabajo para mi serie España, una temporada en el infierno: Goya, Quiñonero y las crisis de España, 3.
j o s e p says
Están en la lista el ministerio de Sanidad o el de Cultura, cuando dicen que hay que suprimir órganos o entidades innecesarias.
Está reforma tiene toda la pinta de excusa para podar las administraciones «inferiores». Por ningún lado he leído que las administraciones más cercanas al ciudadano tendrían que prevalecer a aquellas más lejanas.
Antonio says
¿De gran calado?…2000 páginas…¡manda huebos! si,si con «b», que diría más de uno…
Saludos.
JP Quiñonero says
Josep,
Hombre… suprimir Sanidad & Cultura… abriría el debate de la posible y no sé si deseable desaparición de los mismos ministerios a muy distintos otros niveles. ¿Es más razonable subvecionar con el dinero de los contribuyentes a estos o aquellos periódicos que subvencionar la publicación de libros y «libros» a gusto de quien reparte las subvenciones?
Una reforma de las AAPP en un Estado más o menos descentralizado comporta la reforma de las AAPP entre las distintas partes del mismo Estado. En ese punto, todo queda en manos del resto de las administraciones, en un Estado que mal controla el 30 % corto del gasto público total…
Q.-
JP Quiñonero says
Antonio,
Nos hemos cruzado… creo que no ves la cosa muy klara, no. No estás solo,
Q.-
ramon machon says
Si entre las Administraciones Públicas se encuentra el Servicio Exterior… Hmmm…
j o s e p says
Cito cultura y sanidad porqué sus competencias están transferidas a las CCAA, y por tanto, mantener esos ministerios es duplicar, o peor, es mantener una administración que no tiene un uso definido.
Uso la misma argumentación del Gobierno, y por eso me gustaría ver si en este informe de 2.000 páginas, se cita la cantidad de organismos que se mantienen abiertos a pesar de haber sido transferidos a otra administración. Però no tengo ganas de leerme dos mil páginas de literatura burocrática. Pero me juego algo a que no sale por ninguna parte del informe.
JP Quiñonero says
Ramón, Josep…
Ramón,
Hay no sé cuantos servicios exteriores de no sé cuantas CCAA, todos igual de eficaces y sectarios, claro está.
Josep,
Ya. Bueno. A juzgar por lo que entienden por Kultura en Valencia, Aragón y Andalucía, la desertización sectaria es tan inquietante como la balcanización musical. Entre la supresión de la fiesta de los toros (Cataluña) y la defensa de esa fiesta como «patrimonio nacional» (sic) hay otro abismo -uno entre mil doscientos cuarenta y siete- que también ilustra la misma balcanización. En cuestiones sanitarias, el problema es más grave: la compra de aspirinas o equipos hospitalarios en 17 o 27 departamentos cuesta a los contribuyentes un ojo de la cara, que podría reducirse comprando las aspirinas todos juntos: podrían conseguirse precios más baratos.
Diga lo que diga en Madrid el gobierno de turno, suele ser mucho más criticado que los gogiernos de Melilla, Murcia, Extremadura o la comunidad histórica del Valle del Guadalentín & Sangonera, voluntariamente convertida, por referendo popular, en CA, donde los paisanos suelen ser dar gritos contra Rajoy, Zapatero y la canalla centralista con una energía energuménica que no siempre utilizan contra los caciques locales, que suelen dar subvenciones a la prensa local, con el dinero de los contribuyentes locales…
¿Me perdonarás el tostón? Así lo espero,
Q.-
j o s e p says
Cada vez que leo que el tribunal constitucional alemán está en Karlsruhe, me dan mucha envidia.
Cada vez que leo que en Alemania las diez empresas más importantes se encuentran en ciudades distintas, me dan mucha envidia.
Y seguiría con otros ejemplos.
Estoy de acuerdo en reducir funciones administrativas (un servidor tiene que lidiar con el Ayuntamiento, el Consejo Comarcal, la Diputación, la Delegación del Gobierno, la Generalitat, el Gobierno y la Unión Europea), pero no me gusta que siempre deban que reducir las mismas, y no tocar las de siempre.
Una vez que intentaron colocar la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones en Barcelona, se montó un cristo monumental, y después de un «exilio» temporal, ya vuelve a estar dónde tiene que estar, o sea en el centro.
Si existiera un senado con vocación territorial, las distintas políticas autonómicas se podrían coordinar, pero no hay voluntad ni ganas de cambiar nada.
Todo son palabras, y más palabras. Todo son ganas de no cambiar nada para que todo siga igual (a diferencia de Lampedusa), dónde el sentido común brilla por su ausencia.
JP Quiñonero says
Josep,
TOTALMENTE OK EN TODO, claro. «Queda en suspenso lo esencial: las reformas aplazadas de la Constitución, la Ley de partidos y el Estado autonómico…»
Q.-