Capricho 40.
“Un debate esencial, siempre pospuesto, que se sigue aplazando mientras una generación deambula sacrificada…”
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El espejo de Goya
Una reflexión en marcha sobre la España sonámbula de la crisis
Jordi Amat
Aquel libro tuvo algo de extravagante. Cuando en 1998 el periodista y escritor Juan Pedro Quiñonero dio a conocer su ensayo De la inexistencia de España, los debates sobre la esencia del país parecían definitivamente caducados. Condenados a ser piezas de un anticuario regentado por Américo Castro. La articulación del frente no nacionalista, tan dominante por entonces en los debates intelectuales, decía fundarse no en la compleja continuidad nacional, sino que hallaba su sola legitimación básica en la Constitución de 1978. A finales del milenio, sin problematizar su ambiguo código genético, la Carta Magna estaba siendo jaleada como la solución definitiva a problemas de convivencia que durante siglos generaciones y generaciones de españoles no habían sido capaces de resolver. Además, la mayoría absoluta de Aznar parecía confirmar que por fin se había hallado la fórmula para salir del laberinto.
Quiñonero, en cambio, avanzando por un camino solitario, denunciaba que lo esencial estaba por resolver. Que la moral de la picaresca seguía integrada en el ADN de los españoles y que conflictos de largo alcance seguían gangrenando el país. Al cabo de un cuarto de siglo de su publicación, con la Constitución cada vez más cuestionada, todo parece indicar que aquel libro marciano tuvo su razón de ser. La literatura, de las jarchas a Carner era el material a partir del cual se formulaba un diagnóstico crítico. La consideración de la mejor tradición cultural como un depósito vivo, capaz de iluminar el presente, caracteriza el ensayismo de Quiñonero. Ahora la interpretación de algunos inquietantes Caprichos de Goya es el punto de arranque para una documentada reflexión en marcha sobre la España sonámbula de la crisis.
Con el título genérico de España, una temporada en el infierno (Editorial Confluencias) (así se denomina también su blog), el histórico corresponsal de ABC en París lleva publicados tres breves cuadernos en los que, a partir de Goya, analiza las múltiples dolencias que paralizan la mala salud de un estado viciado (del uso perverso de los fondos europeos hasta las incoherencias conflictivas del modelo territorial pasando por la “economía de la incultura”). Los tres Caprichos pertenecen a la serie de las “asnerías” y los asnos son caracterizados como los seres que vienen saqueando moral y materialmente el país. ¿Quiénes son? En virtud del sistema “consensuado” durante la transición, han acabado por configurar una oligarquía ideológica, integrada en primera instancia por políticos, que siempre se blinda a ella misma porque ella es la que escoge las listas de las élites gobernantes y que al mismo tiempo controla “medios de desinformación” colonizados por opinadores a su servicio.
No es una argumentación alejada de la de César Molinas. Sin reforma de los partidos España no saldrá de la crisis y, en paralelo, la confianza en las instituciones seguirá siendo la más baja de Europa. Un debate esencial, siempre pospuesto, que se sigue aplazando mientras una generación deambula sacrificada… La Vanguardia / Culturas, 31 julio 2013.
- “ESPAÑA NECESITA MENOS BEST SELLERS Y MÁS LITERATURA CLÁSICA”.
- “LA AUSENCIA DE PRINCIPIOS MORALES ESTÁ PUDRIENDO LA VIDA CÍVICA ESPAÑOLA”.
- “NO NOS DEJAN MORIRNOS. TENEMOS MUCHAS DEUDAS POR PAGAR”.
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La Vanguardia / Culturas, 31 julio 2013.
Irene says
Felicidades por la reseña, que me parece bien enfocada.
JP Quiñonero says
Irene,
Se Agradece, oye. Un Montón,
Q.-