Proyecto inflamable e imprevisible.
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Figaro,23enero 2014.
CRECEN LAS DEUDAS
En Francia hay 36.681 comunas (municipios), 4.055 cantones, 251 países, 2.456 agrupaciones de comunas, países y cantones, 101 departamentos y 27 regiones. El presidente François Hollande ha anunciado la posible y deseable “supresión” o “fusión” de regiones, para intentar recentralizar y racionalizar un gasto público que no ha dejado de crecer de manera “alarmante”.
La deuda pública de las colectividades francesas (regiones y agrupaciones territoriales) ha crecido en un 67 % en los últimos diez años. Entre funcionarios, personal administrativo y políticos electos, las regiones, departamentos y agrupaciones territoriales tiene una nómina superior a los 600.000 empleos fijos, con un costo creciente para las finanzas estatales y descentralizadas, con cargo a la deuda “soberana” en la mayoría de los casos.
Cuando Francia tiene muchas dificultades para cumplir los compromisos europeos en materia de déficit y deuda, el presidente Hollande estima que el recorte, “poda” o fusión de regiones pudiera mejorar la administración del Estado.
PODAR PARA AHORRAR
Alain Marleix, ex secretario de Estado para las colectividades territoriales, razona de este modo tal proyecto: “Podrían hacerse muchas economías de escala. El “doblete” de las competencias territoriales, entre departamentos y regiones, cuesta a los contribuyentes entre 5.000 y 10.000 millones de euros, anuales. Recortando, “podando”, fusionando o suprimiendo escalones administrativos podrían mejorarse esas economías de escala”.
Acosado por el crecimiento de una deuda pública que continúa creciendo de manera inexorable, Hollande ha retomando dos viejos proyectos de reforma territorial del Estado francés.
La Comisión para la liberación del crecimiento económico de Francia (2010), presidida por Jacques Attali, antiguo consejero de François Mitterrand, aconsejaba la supresión pura y simple de los 101 departamentos, una creación administrativa de Napoleón, el equivalente francés de la provincia española.
¿POR DONDE CORTAR?
La Comisión Balladur para la reforma administrativa del Estado (2009), presidida por Edouard Balladur (ex primer ministro de Jacques Chirac), aconsejaba la supresión de los cantones y la fusión de regiones, reduciendo su número de 27 a 15.
Las proposiciones de Attali y Balladur respondían a la demanda de Nicolas Sarkozy, presidente de la República, que buscaba formas y alternativas que permitieran reformar el Estado y relanzar la economía.
Derrotado Sarkozy el mes de mayo de 2012, el presidente Hollande retoma los mismos proyectos, descartando la supresión de los departamentos, prefiriendo la posible fusión o supresión de regiones.
PROYECTO DE LEY
¿Cómo relanzar un proyecto que Sarkozy no tuvo tiempo ni fuerzas para llevar a la práctica?
Las elecciones regionales de 2010 dieron al PS un poder hegemónico absoluto. El PS controla hoy 21 de las 22 regiones en la Francia metropolitana, y 26 de las 27 regiones francesas, incluyendo las antiguas colonias, que hoy se llaman departamentos y territorios de ultramar. Se trata de una gran ventaja y de un inconveniente inflamable. Un presidente socialista puede pedir y “exigir” a los presidente socialistas de muchas regiones que se “fusionen” para recortar el número de administraciones regionales. Pero los ejecutivos regionales socialistas no contemplan el proyecto con el mismo entusiasmo.
El presidente Hollande ha concebido un procedimiento político muy bizantino para intentar desbrozar y llevar a la práctica el proyecto de recorte, “poda” y reducción del número de regiones francesas.
Antes del verano, el Gobierno debiera presentar a la Asamblea Nacional (AN) un proyecto de Ley destinado a reformar el funcionamiento administrativo de las distintas administraciones públicas. Ese proyecto debiera discutirse a lo largo del próximo otoño.
251 PAÍSES FRANCESES
El “método” avanzado por Hollande es teóricamente simple: “El Estado favorecerá la fusión de unidades territoriales a través de las incitaciones presupuestarias”. Dicho de otro modo, las administraciones territoriales que decidan “trabajar” en común recibirán más ayudas; las administraciones territoriales que no quieran realizar ese trabajo recibirán menos ayudas.
En la práctica, se trata de acelerar la fusión de distintas administraciones territoriales. El país es una unidad administrativa francesa relanzada por un ministro muy conservador, Charles Pasqua. Los 251 países franceses son aglomeraciones territoriales que tienen una cierta unidad geográfica o histórica (países del Loira, país cátaro, etcétera). Los países que decidan unirse o “federarse” podrán beneficiarse de un mejor trato estatal. Las 36.681 comunas francesas son invitadas a avanzar por ese mismo terreno.
“GRIFO” ESTATAL PARA FAVORECER “MEGA REGIONES”
Ante los departamentos (una administración de vieja tradición centralista, bonapartista), Hollande prefiere el statu quo. A su modo de ver, la supresión de los departamentos sería compleja y problemática. Hollande prefiere la vía propuesta por Eduard Balladur, ex primer ministro conservador: la supresión del número de regiones, a través de la fusión de varias de entre ellas.
Hollande piensa que el “grifo” estatal de las ayudas pudiera ser eficaz, sin descartar una prolija batería de iniciativas de Estado, destinadas a “animar” a los ejecutivos regionales a tomar la compleja senda de la fusión, previa a la desaparición.
La pertenencia de Hollande y los presidentes regionales a la misma familia política pudiera favorecer, en alguna medida, el proyecto recentralizador de Francia. Se trata de una batalla de muy largo aliento. El enfrentamiento ideológico tradicional complicaría el proyecto de manera grave y profunda. La pertenencia formal a una misma familia ideológica no resuelve los grandes problemas pendientes, pero pudiera ser una ventaja teórica, si los presidentes regionales aceptan los argumentos de la Comisión Balladur, retomados por Hollande.
Desde esa óptica, la creación de “mega regiones” (fusionando algunas de las actuales) permitiría recortar y racionalizar el gasto, esperando conseguir resultados económicos. Para alcanzar ese objetivo, en un plazo razonable, Hollande espera recurrir a argumentos institucionales, legislativos, fiscales, estatales y europeos. Una nueva Ley regulará los nuevos y futuros poderes de todas las distintas escalas de la administración pública, estatal y regional. A través de sus presupuestos, el Gobierno central espera poder favorecer y “acelerar” la “poda” y fusión de regiones, que considera imprescindible para mejorar la eficacia del Estado.
- Las regiones no apasionan en Francia.
- Sarkozy NO está amenazado por las regiones, sino…
- Primer congreso regiones de Francia.
- Francia en este Infierno.
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