Europa no se fía de la Francia de Hollande.
[ .. ]
Por estas razones:
AFP, 1 abril 2014. Francia sigue incumpliendo sus promesas de Estado en materia de déficit y deuda.
Reuters, France’s public deficit tops government target in 2013.
Financial Times: French growth plan reopens eurozone rift.
Esa desconfianza viene de muy lejos: Francia gasta demasiado, sigue viviendo a crédito (endeudándose), y esa “alegría” presupuestaria es percibida como una amenaza para la zona euro.
¿Cómo conseguir que los europeos se crean las promesas francesas, incumplidas desde hace años?
65.000 MILLONES DE “ECONOMÍAS” / RECORTES, POR VENIR
François Hollande ha dado a Manuel Valls una orden capital: conseguir que Alemania y la UE concedan a Francia nuevos plazos para cumplir, más tarde, unas promesas siempre incumplidas, desde hace años, cuando Berlín, la Comisión y el Ecofin temen que el inmovilismo de Francia sea una amenaza para toda la zona euro.
Dirigiéndose a Europa, su nuevo primer ministro y el Gobierno que debe formarse este miércoles, Hollande ha repetido, en muy diversos tonos, que Francia “debe” realizar las “economías” (recortes) imprescindibles para cumplir sus compromisos europeos: 15.000 millones de euros de “economías” (recortes), este mismo año; y 50.000 millones de “economías” (recortes), los dos próximos años.
AÑOS DE PROMESAS DE ESTADO, INCUMPLIDAS
El nuevo Gobierno de Francia, presidido por Manuel Malls, a partir de este mismo miércoles, tendrá que comenzar a trabajar con esas cifras presupuestarias básicas.
Entre el gran discurso presidencial del lunes y la formación del nuevo Gobierno, este miércoles, el Ecofín (consejo de ministros de economía de la zona euro), reunido en Atenas, envió a Hollande y Valls un mensaje diáfano: “Francia debe cumplir sus compromisos de Estado, que ya han sido aplazados en dos ocasiones”. Valls es el responsable de la ejecución de unas “reformas” (menos gasto público, economías de Estado, reducción de la deuda) que Francia se resiste a realizar, desde antes de la llegada de Hollande a la jefatura del Estado.
Los gobiernos de Alemania y Finlandia han realizado una “auditoría” oficiosa y “secreta” de los “riesgos” y “amenazas” de la crisis francesa, llegando a esta conclusión, que circula profusamente por todos los confidenciales de influencia europea: “La ausencia de reformas, el incumplimiento de los compromisos de Estado, franceses, en materia de déficit y deuda, se están convirtiendo en un riesgo creciente para toda la zona euro”.
CRECEN LA DEUDA, EL DÉFICIT, EL GASTO , LOS IMPUESTOS Y EL PARO
Como consecuencia de ese informe o “auditoria”, según los interlocutores, la Comisión europea ha vuelto a lanzar una nueva advertencia al antiguo y al nuevo Gobierno francés: “París debe cumplir sus compromisos”. Desde Atenas, el comisario europeo para asuntos económicos, Olli Rehn, recordó ayer, con cierta brutalidad diplomática: “No podemos olvidar que Francia ya se ha beneficiado de dos aplazamientos, siempre incumplidos”.
Hollande consiguió aplazar hasta el 2015 el cumplimiento de un déficit del 3 %. En vísperas de la formación del nuevo Gobierno, presidido por Manuel Valls, ayer se hicieron públicas las grandes cifras macro económicas. Todos los indicadores están al rojo. El déficit ha crecido hasta el 4,3 %, la deuda “soberana” es superior al 93,5 % del PIB. Se alejan pues, siempre, los grandes objetivos y promesas de Estado. Durante los dos años cortos de su presidencia, Hollande ha agravado todos los indicadores, sin corregir ninguno: crecen la deuda, el déficit, el gasto público, los impuestos, el paro…
UN GOBIERNO QUE TIRA EN DIRECCIONES CONTRARIAS
Primer ministro de Francia, Manuel Valls ha recibido como orden esencial consumar una suerte de cuadratura del círculo: hacer compatibles dos líneas políticas enfrentadas, ante el gigantesco e inquietante desafío europeo.
Pierre Moscovici, ministro de Economía, saliente, era partidario, hasta ayer, de intentar cumplir los compromisos del Pacto fiscal europeo, formalmente Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria, el pacto continental firmado el 2 marzo 2012 por 25 estados miembros de la Union Europea (UE). Ese Pacto / Tratado impone unas normas de rigor presupuestario que Francia sigue incumpliendo, alegremente.
En el mismo Gobierno, saliente, Arnaud de Montebourg, defiende una política diametralmente opuesta: “Debemos conseguir una reorientación de la política económica europea. Debemos escapar al dogmatismo de la austeridad de nuestros amigos alemanes”. Montebourg también formará parte del nuevo Gobierno presidido por Manuel Valls, que ha recibido del presidente Hollande una sola consigna estratégica, capital: hacer compatibles esas dos líneas políticas antagónicas, la austeridad europea y la anti austeridad de la izquierda socialista.
VALLS, UN PEÓN POLÍTICO ARRIESGADO
Históricamente, Manuel Valls ha pertenecido, él mismo, a las familias socialdemócratas y social liberales del socialismo francés. Su antecesor en el cargo, Jean-Marc Ayrault, también era / es socialdemócrata moderado. Las promesas incumplidas y la tormenta de las elecciones municipales han precipitado una crisis y Gobierno de nuevo cuño.
Un primer ministro de sensibilidad socialdemócrata muy liberal, Manuel Valls, es invitado a formar un “gobierno de combate” que permita responder a la inquietud europea, intentar frenar la crisis nacional, intentar que cohabiten pacíficamente personalidades políticas de sensibilidad muy diferente.
El vespertino Le Monde, tradicionalmente sensible y comprensivo con los proyectos del presidente Hollande, afirma en su primera página, que el nombramiento de Valls es una iniciativa muy arriesgada, políticamente peligrosa.
MERKEL: “O CAMBIAS, O ADIÓS AL EURO”
La Comisión y el Ecofín han recordado diplomáticamente que Europa contempla con inquietud las contorsiones políticas del presidente Hollande. En el último Consejo europeo de 2013, Angela Merkel se reunió en privado con Hollande y Mariano Rajoy, repitiendo una advertencia apenas velada: “O aceleráis las reformas, o la continuidad del euro puede estar amenazada. La moneda común solo puede funcionar si conseguimos la convergencia que todos nos comprometimos a respetar con el Pacto fiscal europeo”.
Un trimestre más tarde, Hollande sigue pidiendo “tiempo” para cumplir unas promesas de Estado que tienen un costo presupuestario por realizar: 65.000 millones de “economías” / recortes en los próximos tres años. Al frente de su nuevo Gobierno, Manuel Valls está condenado a intentar sortear ese laberinto de peligrosos obstáculos.
- Europa (s), Francia y Economía en este Infierno.
[ .. ]
[ .. ]
ABC, 2 abril 2014.
Deja una respuesta