La financiación del Estado autonómico.

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Ese nervio de la guerra política, social, estatal y autonómica se “reparte” de manera catastrófica y pudre todos los problemas de fondo, en Cataluña, en Euskadi, en Andalucía, en Murcia, etcétera.

Catástrofe muy anterior a las catástrofes políticas en curso…

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¿Cuántos modelos económicos regionales tiene España? ¿Son comparables los tejidos industriales de Euskadi y Andalucía, las agriculturas de Murcia y Castilla? ¿Cómo articular con eficacia descentralización y diversidad geográfica, diversidad geográfica y diversidad presupuestaria autonómica?

Con el tiempo y su deficiente funcionamiento, el Estado autonómico ha introducido, por su parte, nuevos factores perversos. Las sucesivas versiones de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA, en sus distintas versiones modificadas, de 1980 a 2009), y sus numerosos fondos (de suficiencia global, competitividad, cooperación, compensación interterritorial, garantía de servicios públicos fundamentales), introducen nuevos elementos de distorsión y desigualdad.

Fuera de Euskadi, el Convenio y el Cupo vasco siempre han suscitado reservas y “exigencias” de reformas permanentes, sordas pero muy profundas. La financiación de Cataluña se transformó, a partir del 2010, en un grave dilema institucional, con muchos flecos secesionistas, independentistas, que la ausencia de diálogo entre Madrid y Barcelona contribuyó a agravar peligrosamente. Hay muchas otras reservas y denuncias de índole más o menos semejante y calado político diverso. [ .. ]

Los 1.268 diputados autonómicos (2013) de una treintena de partidos de ámbito local y regional (de Esquerra Republicana de Catalunya a EH Bildu, pasando por Unión del Pueblo Navarro y el Partido Regionalista de Cantabria, entre otros veintitantos, de influencia política muy variopinta, pero bien real) velan celosamente por unos intereses locales evidentemente expoliados y amenazados a toda hora por la mala gestión estatal.

Con esos antecedentes, poco estimulantes, a mi modo de ver, el Gobierno de Mariano Rajoy introdujo, a mediados de 2013, un nuevo factor de injusticia y desigualdad: el déficit presupuestario asimétrico…  nuevo factor de resentimiento y discordia, que solo puede atizar nuevos incendios cainitas, cuando una comunidad (Extremadura, por ejemplo) anuncia una “bajada de impuestos” que otra comunidad (Cataluña, entre otras) puede considerar ofensiva y lesiva para sus propios intereses, avanzando este tipo de argumentos, que hacen mucha mella cívica: “Nosotros pagamos más impuestos para que ellos estén subvencionados, pagando menos”.

Más allá de tan bizantinas e inflamables razones contables, el déficit asimétrico recuerda la empantanada realidad de una casa de inacabable construcción, cuyos cimientos comunes (los del Estado de las autonomías) crea o parece crear institucionalmente nuevas o presumidas diferencias, particularismos, egoísmos e injusticias comparativas, minando con su podredumbre la tierra donde se pierden las raíces ¿podridas? del árbol donde mora en cuarentena la ¿familia? del Disparate ridículo de Goya.

• España, un Estado autonómico financiado por un Frankenstein chapucero.
• De Madrid al infierno, a través de los distintos modelos de financiación del Estado.
• Contribuyentes y beneficiarios del sistema de financiación autonómica.

Esos disparate tiene una traducción cartográfica que recuerda un puzzle realizado por un doctor Frankestein sonámbulo, decía:

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• España – Cataluña, de la financiación al galimatías.
• España, Cataluña, financiación: mal acuerdo para todos, 3.

De aquellos polvos vienen estos lodos…

Madrid, 27 junio 2014. EFE. El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha manifestado hoy que el clima político actual no es el adecuado para abordar la reforma del sistema de financiación autonómica.

El clima político es «regular», ha dicho el ministro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), en el que varias comunidades autónomas, entre ellas alguna gobernada por el PP, como Madrid, han reclamado la reforma del sistema de financiación autonómica.

El ministro ha dejado claro que no piensa promover una discusión sobre el sistema de financiación que genere «agravios y enfrentamientos» entre las comunidades autónomas o entre las comunidades y el Gobierno.

Y ahora, ha lamentado, existe «demasiada discusión, demasiado pensar en agravios comparativos».
No obstante, Montoro ha apuntado que «los climas cambian» y que, si en un futuro mejora, el Gobierno estará «encantado» de propiciar el debate.

El ministro ha subrayado que el actual es el momento de la reforma fiscal y esa es la prioridad del Ejecutivo y, cuando termine el proceso, se podrá hablar de la tributaria.

Nuevo sistema autonómico

El consejero de Economía de la Generalitat de Catalunya, Andreu Mas-Colell, y la consejera de Hacienda de Andalucía, María Jesús Montero se han mostrado convencidos de que en 2015 no habrá un nuevo sistema de financiación autonómica.

Así lo han manifestado al término del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), donde el consejero catalán ha considerado que el nuevo modelo está «postergado», toda vez que en la reunión se ha acordado aumentar los adelantos a cuenta, unos 3.903 millones de euros para las comunidades el año próximo.

Para el consejero, que se haya dado esa cifra, insuficiente para las necesidades de las autonomías y poder cubrir los servicios públicos, «quiere decir que el año próximo no hay nuevo modelo de financiación, sino que continúa el antiguo».

La consejera andaluza ha dejado claro que esos 3.903 millones no tienen que ver con la reforma fiscal, sino con la evolución de la economía y ha criticado que no haya calendario para reformar la financiación autonómica.
Tras precisar que las comunidades no van a recibir compensación por los menores ingresos que van a recibir con la reforma tributaria, Montero ha calificado la reunión del CPFF como «claramente decepcionante».

Ha puesto como ejemplo el que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no tenga un calendario para la reforma de la financiación autonómica, que «ni está, ni se la espera», ha dicho.

Ha precisado que el ministro sólo se ha comprometido a que en el próximo CPFF «se aporten las conclusiones de los grupos de trabajo» para la reforma del sistema de financiación y les ha trasmitido que «mientras no haya recursos no va a haber un nuevo modelo de financiación».

El consejero de Economía y Hacienda de Madrid, Enrique Ossorio, ha reclamado a Hacienda que compense a las comunidades con adelantos económicos hasta que se elabore un nuevo sistema de financiación.

«La ley dice que tiene que haber un nuevo sistema de financiación» a pesar de que Montoro considere que ponerlo en marcha en 2015 es «complicado», ha explicado.

Hasta que se den las condiciones para poner en marcha un nuevo sistema de financiación, Ossorio propone que «las entregas a cuenta de las autonomías en vez de ser del 98 % sean del 102» en 2014 y 2015, y hasta que se reforme el modelo de financiación, momento en el cual las administraciones autonómicas devolverán el adelanto económico.

Por el contrario, la consejera de Hacienda de Castilla y León, Pilar del Olmo, considera que a algunas comunidades «les corre prisa» que el Gobierno implante un nuevo modelo porque creen que saldrán beneficiadas y «tendrán más dinero».

En su opinión, ese nuevo modelo de financiación solo funcionará si el Estado puede aportar más dinero para que las comunidades puedan contar con «los recursos suficientes» para financiar sus servicios públicos y otras necesidades de gasto.

Ha apuntado que ninguna comunidad está «bien financiada» y ha citado como ejemplo la suya, que «no recibe los recursos suficientes del Estado» hasta «tal punto» que existe un «déficit entre lo que entrega el Gobierno por el modelo de financiación y los servicios públicos fundamentales».

La consejera gallega de Hacienda, Elena Muñoz, ha precisado que «hay que elegir el momento adecuado» para reformar el sistema de financiación.

Tras asegurar que siempre ha dicho que el modelo actual no es bueno para su comunidad, ha añadido que un grupo de trabajo analiza el actual y, cuando éste tenga las conclusiones, será el primer paso de cara a la reforma del sistema, que se afrontará en el «mejor momento».

Las negritas son mías.