Algunos catalanes (¿muchos? ¿pocos?) estiman que sus “sueños” e “ilusiones” son más importantes que las elecciones democráticas y la legalidad, no solo jurídica e institucional.
Algunos catalanes (¿muchos? ¿pocos?) estiman que sus “sueños” e “ilusiones” son más importantes que las elecciones democráticas y la legalidad, no solo jurídica e institucional.