Crisis generalizada del socialismo francés y el gobierno de François Hollands.
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En vísperas de la gran crisis de su gobierno, el presidente François Hollande anunció una “nueva política económica” destinada “acelerar las reformas” e intentar conseguir un crecimiento económico empantanado tras la puesta en práctica de sus primeras promesas electorales, pronto abandonadas.
El diario Liberation resumió las reformas anunciadas por Hollande con este titular: “Hollande roba a la derecha sus ideas de reforma”. “Robo” que no convence a la derecha y pone los pelos de punta a las izquierdas.
Candidato a la presidencia, Hollande prometió la primavera de 2012 que Francia “volvería a crecer” a finales del 2013. Ocurrió lo contrario: Francia e Italia crecieron menos el 2013 y crecerán este año menos que España.
Ante tal fracaso, Hollande confirmó el mes de enero pasado unas reformas anunciadas tres meses antes: 50.000 millones de recortes presupuestarios y un Pacto de responsabilidad destinado a “crear empleo”, firmado por el Estado, la patronal y los sindicatos.
Los recortes anunciados tardan en llegar. Francia tampoco cumplirá este año los compromisos del Pacto fiscal europeo. Y el Tribunal Constitucional censuró el Pacto de responsabilidad, que había prometido 40.000 millones de bajas de impuestos a las empresas “si se comprometían a crear empleo”. La sentencia del Constitucional desmontó por “ilegal” un Plan que preveía ciertas bajadas de impuestos y cotizaciones, “a cambio de creación de puestos de trabajo”.
Anticipándose a un otoño social y político “muy caliente”, que ha comenzado con una crisis de gobierno, Hollande prefirió precipitar un “efecto comunicación”, anunciando reformas por venir, esbozando las grandes líneas de un “plan de relanzamiento” cuya concepción práctica ha sido encomendada a Manuel Valls, primer ministro.
Valls deberá detallar los detalles del nuevo plan, a lo largo del próximo otoño. Hollande se ha reservado al anuncio de unas medidas que Liberación considera “robadas a la derecha”, tratándose de iniciativas puestas en práctica, tiempo ha, en algunos casos, en la España de Mariano Rajoy, el Reino Unido de David Cameron y la Alemania de Angela Merkel.
A falta de precisiones, por venir, el futuro plan de relanzamiento del gobierno francés tendrá tres grandes capítulos: construcción y vivienda, reforma del mercado laboral, fiscalidad y financiación de las empresas.
Hollande espera que la construcción y la vivienda saquen a Francia del hoyo negro donde se encuentra, a través de medidas bien conocidas en España, Alemania y el Reino Unido: créditos especiales para la compra de una primera vivienda, créditos especiales para quienes inviertan en vivienda, o construcción, a título especulativo. Algunos publicistas han comenzado a trabajar en una posible campaña de comunicación gubernamental, con anuncios de tipo agresivamente capitalista, de esta naturaleza: “Pague menos impuestos invirtiendo en el sector inmobiliario”. Publicidad “capitalista” que ha contribuido a acelerar la crisis gubernamental.
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