Liberation, 26 agosto 2014
El guerracivilismo ideológico francés tiene proporciones amenazantes: Crisis generalizada del socialismo francés y el gobierno de François Hollande [ .. ] Le Monde: Les bombes à retardement du quinquenat.
[ .. ]
La crisis gubernamental francesa afecta a toda Europa: si París no cumple el Pacto fiscal europeo, formalmente Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria, firmado el 2 marzo 2012 por 25 estados miembros de la Union Europea (UE), ese incumplimiento afectará muy negativamente a toda la zona euro.
Hollande y sus ministros llevan muchos meses pidiendo “comprensión” a la Comisión europea y a Angela Merkel. Pero una inmensa mayoría de miembros de la UE se niegan a conceder a Francia unas “ligerezas” presupuestarias que, a juicio de una gran mayoría de Estados, perjudican a toda Europa.
Candidato a la presidencia, Hollande declaró que Francia no firmaría el Pacto fiscal. Elegido presidente, el Pacto fiscal fue ratificado por la Asamblea Nacional, seis meses más tarde.
Aceptada esa disciplina de Estado, Hollande y varios de sus gobiernos intentaron que Alemania y la UE “hiciesen gestos, a favor del empleo”, con un cierto “relajo presupuestario”. En vano. El Tribunal de cuentas, en París, la Comisión europea, en Bruselas, y el gobierno alemán, en Berlín, continúan pidiendo a Hollande que cumpla unos compromisos de Estado que Francia tampoco cumplirá este año, ni en 2015, previsiblemente.
Hollande fue elegido presidente gracias a una “síntesis” entre los partidarios y adversarios socialistas, comunistas y ecologistas del Pacto fiscal europeo. Esa cohabitación fallida ha terminado dinamitando el último gobierno socialista, donde se habían enfrentado los partidarios de la disciplina (Valls) y los adversarios de esa austeridad (Montebourg) ratificada por la Asamblea Nacional el otoño de 2012, votada masivamente por la mayoría parlamentaria socialista.
Hollande intentó “sortear” la existencia de enfrentamientos de fondo en su propio gobierno nombrando dos ministros de economía: Michel Sapin, ministro de economía y las cuentas públicas, y Arnaud Montebourg, ministro de economía y la recuperación nacional.
Sapin era y es partidario del saneamiento de las cuentas públicas y el cumplimiento del Pacto fiscal europeo, aplazando en el tiempo el cumplimiento de los objetivos presupuestarios (deuda y déficit).
Montgebourg era y es un adversario frontal del Pacto fiscal europeo. Y llevaba meses pidiendo una “nueva política”. En vano. Hollande, primero, y Valls, después, confirmaron una y otra vez que “no hay alternativa”.
Ese enfrentamiento ha terminado precipitando una crisis gubernamental que afecta a toda Europa: el inmovilismo y guerracivilismo ideológico francés se ha transformado en una enfermedad cancerosa para la zona euro.
- Francia, víctima del inmovilismo de François Hollande.
- Crisis generalizada del socialismo francés y el gobierno de François Hollande.
- Francia, enferma de Europa.
- Francia / Hollande, un otoño muy amargo y caliente.
Deja una respuesta