Los catalanes piensan cosas sencillas, razonables y muy comprensibles:
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El Periódico, 7 septiembre 2014.
Una mayoría de catalanes quiere respetar la ley, el fallo del Tribunal Constitucional.
En un ataque de sinceridad, Oriol Junqueras dejó caer una de las cuestiones centrales del desencanto cívico catalán:
Pujol, Mas, Junqueras, Carod-Rovira y la “corrupción estructural”, en Cataluña.
Tras su denuncia de una histórica “corrupción estructural”, ni Junqueras ni nadie deseó sacar las consecuencias prácticas de tal sospecha.
Las élites políticas catalanas -del más diverso signo- han preferido seguir con su duelo a garrotazos particular.
Sospecho que esa ceguera sonámbula agravará la angustia y fragmentación social, que ya era palmaria el 25 de noviembre de 2012, el día de las últimas elecciones catalanas:
Cataluña, víctima de los partidos políticos catalanes.
Cuando el presidente de la Generalitat decida pedir su voto / opinión a los catalanes, el paisaje político habrá cambiado, para mal, para todos, sospecho, víctimas unos y otros de la división, la fragmentación y las nubes tóxicas del odio, aventado a través de los más diversos medios de intoxicación e incomunicación de masas.
El Duelo a garrotazos, matriz política y cultural de las Españas.
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