La política econónica de François Hollande ha agravado todas las crisis culturales de Francia:
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Crisis del multiculturalismo, Las crisis multiculturales de Francia, vistas por Le Clézio.
Crisis del Estado y el mundo de la ciencia, víctima de los recortes.
Crisis de las humanidades: el legendario Collège international de philosophie, fundado por Derrida, entre otros, está amenazado de muerte.
Los editores temen los resultados de la política económica: L’édition française touchée par la crise.
Las librerías independientes se consideran víctimas inocentes, cuando los índices de lectura han caído un 5 % en tres años, La fronde des librairies indépendantes.
François Hollande no es culpable de todas esas catástrofes. Pero el más influyente e internacional de los economistas franceses, de izquierdas, Thomas Piketty, teme que su política haya agravado todas las crisis de fondo, por esta razón: “Le gouvernement fait exactement le contraire de ce qu’il faudrait”… “El gobierno hace exactamente lo contrario de lo que debiera”.
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Le Monde, La science française face à la crise.
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L’Obs, Collège international de philosophie en danger de mort.
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El PS, partido del presidente, vive tal rosario de desastres entre el vía crucis y la “guerra civil fría”, coqueteando con la implosión…
A finales de agosto, el 76 % de los franceses y el 64 % de los simpatizantes socialistas temían la implosión del PS. Dos meses más tarde, el problema ha empeorado: un 90 % de los franceses estiman que los socialistas franceses están destruyendo su propio partido. El fracaso de François Hollande como presidente ha instalado a su partido al borde de un precipicio cainita.
El mes de julio de 2009, Manuel Valls, actual primer ministro, declaraba: “El Partido socialista corre peligro de muerte, encerrado en una arcaica visión del mundo”. Cinco años más tarde, el mismo Valls declara a L’Obs, al semanario de referencia de la izquierda socialista: “Soy socialista desde hace treinta años. Sigo siéndolo. Pero hay que acabar con la izquierda arcaica”.
Valls califica de “izquierda arcaica” a todas las izquierdas francesas que critican el programa económico de la pareja Hollande / Valls: izquierdas socialistas, ecologistas de izquierdas, el Frente de Izquierdas y el PCF, en guerra política sin cuartel contra Hollande, contra Valls, contra Angela Merkel y contra la Comisión europea, que ha enviado al gobierno Hollande / Valls una carta / “advertencia” recordando que los presupuestos del Estado francés siguen incumpliendo todos los compromisos contraídos por Francia cuando su parlamento ratificó (el otoño de 2012, con mayoría socialista) el Pacto fiscal europeo.
La carta / “advertencia” de la Comisión ha caído como aceite hirviendo en la hoguera donde los socialistas se están inmolando ellos solos en una “guerra civil fría” de todos contra Valls y Hollande, cuyo fracaso personal es percibido como una “traición” catastrófica.
Benoît Hamon, ex ministro de la Educación, afirma que el fracaso de Hollande es una “amenaza” para la República.
Christophe Perny, presidente socialista del Consejo general del Jura, añade: “Manuel Valls debe partir, dejar el Gobierno. Los hombres y las mujeres de izquierda, los socialistas, en particular, tienen un deber de desobediencia y resistencia para combatir el desastre político conducido por el Primer ministro. Es un escándalo que las ideas social liberales de Valls, ultraminoritarias dentro del PS, se hayan impuesto como línea de gobierno. En las primarias socialistas del 2011, Valls solo consiguió el 6 % de los votos. Hoy, él manda. Debe partir, por el bien de Francia y por el bien del socialismo”.
Christophe Perny dice en voz muy alta lo que piensan muchos militantes, cuadros y dirigentes socialistas.
François Hollande nombró a Valls primer ministro el 31 de marzo pasado, para enterrar sin piedad a su primer jefe de gobierno, Jean-Marc Ayrault, la primera víctima política de los fracasos de Hollande durante los dos primeros años de su mandato presidencial.
Hollande pidió a Valls que “acelerarse” las “reformas” y negociase alguna forma de “comprensión” en Berlín y Bruselas. Seis meses más tarde, las reformas de Valls siguen siendo tímidas y aleatorias, cuando Berlín (Angela Merkel) y Bruselas (la Comisión europea) se “impacientan” ante un inmovilismo francés que se ha transformado en una amenaza para toda la zona euro.
Manuel Valls, entre los cocodrilos socialistas y el riesgo de implosión del PS.
Las crisis multiculturales de Francia, vistas por Le Clézio.
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Francia y el Pacto fiscal europeo: la crisis francesa afecta a toda Europa.
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