En ese juego, todos pierden.

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Salir del euro tendría para Grecia un costo devastador: sus deudas crecerían vertiginosamente, no tendría acceso al mercado internacional de capitales, y la Rusia de Putin no le podría ofrecer la liquidez imprescindible para evitar una economía de guerra.

Fuera del euro, Grecia sería el peón caído de un imprevisible juego de dominó, ya que -por ejemplo- Atenas podría romper la unanimidad europea ante la Rusia de Putin, cuando el fantasma de la guerra, en Ucrania, anuncia riesgos incendiarios. La liquidez inyectada por el BCE al resto de la zona euro quedaría enturbiada por unas incertidumbres políticas y diplomáticas, nacionales y continentales que los mercados internacionales no interpretarían como síntomas positivos, cuando la Europa rica está al borde de la recesión, con Alemania y Francia ¡creciendo menos que España..! España, locomotora económica con mucho paro y crisis política de fondo.

¿Qué hacer? Negociar.

ABC, Las claves de la negociación entre Grecia y Alemania.
BBC, Greece: The dangerous game.
Le Monde, Grèce, ce que prônen les Européens.
Financial Times, Mentioning the war: a Greek strategy to win German hearts, The central bank is wise to push the big decisions to governments.

Grecia se apoya en Washington y Moscú para “pesar” en Europa.