Así estaban las cosas hace veinte días:
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XXX, calle XXX, 1 abril 2015. Foto JPQ.
Sin teléfono, sin tv, sin internet: atado a un nudo de cables a la intemperie.
Veinte días más tarde: teléfono, tv e internet van y vienen, siguiendo una lógica manicomial peligrosa para el coco, según mi psiquiatra.
Los servicios de averías están automatizados: una voz de señorita sonriente dice que todo va bien, ella misma ha transmitido mi queja a no sé quien.
Un vecino me advierte: “Tomátelo con paciencia. Los técnicos de Telefónica están huelga. Y la crisis va para largo”.
Busco la tal huelga en los periódicos. Nadie habla de ella. Los periódicos ya tienen bastante con Nepal, Rajoy, Mas, Belén Esteban y no sé qué más. Las huelgas en Telefónica no interesan a nadie.
Leo en una revista técnica: “Mañana se cumplirá un mes desde el inició de la huelga de técnicos de Telefónica Movistar que estaría afectando a 200.000 usuarios en todo el país. Se estima que más de 150.000 clientes esperan el alta del servicio que no termina de producirse ya que las portabilidades están paradas. En cuanto a las averías, fuentes del sector apuntan a unos 50 o 60 mil usuarios afectados mientras que desde Telefónica apuntan a unos 700 sabotajes que se han producido en Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla y otras capitales…”.
Jordi says
Llama a Fuyur!
JP Quiñonero says
Jordi,
¿Fuyur? ¿¿¿????
Q.-
Armando says
Imagino que se referirá a esto
http://de.wikipedia.org/wiki/Die_unendliche_Geschichte#Fuchur
JP Quiñonero says
Armando,
Ahhhhhhhh
Fallo mío: no leí el libro de Michael Ende.
Lectura pendiente, pues.
Graciassss
Q.-