Carl Mydans: Vladimir Nabokov (en el espejo) dictando a Vera. Ithaca, NY, 1958, tres años después de la primera edición de Lolita. Nicky Nargesian / Nabokov.
“Te amo, mi vida, mi vuelo, mi flujo…” Primera “versión” de “Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Mi pecado. Alma mía. Lo.Li.Ta. Lola. Dolly. Dolores. Lolita…”.
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De entrada, la evidencia. Aunque la pequeña policía del ramo municipal lo ignore, Vladimir Nabokov pertenece al selecto club de los más grandes maestros, junto a Proust, Faulkner, Kafka, Joyce (por ese orden, s’il vous plaît).
Con una diferencia, a su favor, en este caso. La monumental correspondencia proustiana tiene un interés esencialmente arqueológico. Las diversas correspondencias de Faulkner (a sus padres, amigos, colegas, etcétera) no siempre son esenciales para comprender su obra. La carta a su padre de Kafka es un monumento literario descomunal, pero no forma parte de una “correspondencia”: es una muy otra cosa. Las cartas de Joyce a Nora tienen un interés erótico y obsceno… Las Letters to Véra (Penguin Classics), Cartas de Véra (RBA), de Vladimir Nabokov, editadas con admirable precisión por Olga Vorónina y Brian Boyd (traducidas del ruso al inglés; y del inglés al español, me temo) son un monumento por si solas. Algunas cartas tienen el maravilloso encanto de muchas páginas de Lolita o Ada.
Vagabundeo por esas páginas con la gratitud del niño agradecido ante un regalo único, llamado a influir en su vida, para siempre.
En mi caso, esa gratitud viene de muy lejos. Mi primer homenaje íntimo a Nabokov fue una novela: Escritos de VN.
Rafael Conte fue el primero en subrayar la importancia de Nabokov en mi obra: Un peatón de París.
Comentario de Darío Villanueva sobre los Escritos de VN.
Un hombre errante en busca de idioma.
Nabokov: palpitaciones inéditas.
Gloriosa cartografía de Vladimir Nabokov.
Apenas una cita:
“You came into my life -not as one comes to visit (you know, not ‘taking one’s hat off’) but as one comes to a kingdom where all the rivers have been waiting for your reflection, all the roads, for your steps. Fate wanted to correct its mistake. Fate wanted to correct its mistake- as if it has asked my forgiveness for all its previous deceptions.”
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