Se trata de la gran batalla glamour del verano, el otoño y el invierno que viene.
[ .. ]
Ellos encarnan el radical chic de la temporada que viene. Y creen estar ganando la batalla de las revistas del corazón (rosa pasión) en su guerra sin cuartel contra el socialismo “cassoulet” y la socialdemocracia prusiana. Le Monde toca el tema en un tono más o menos informal, Montebourg-Varoufakis, le show des faux jumeaux.
Yo he preferido otro ángulo de tiro.
Ellos son Yanis Varufakis y su esposa Danae Stratou, acompañados, en un puerto de recreo griego, de Arnaud de Montebourg y Aurélie Filippetti. Juntos suman varios millares de páginas rosa bombón y tres dimisiones ministeriales de cierto alcance europeo.
Todo empezó cuando los Varufakis decidieron presentarse en la más selecta sociedad europea, con un ya legendario reportaje a todo color publicado en París-Match y ABC. La cosa dio la vuelta al mundo. El ministro de economía más radical de la zona euro, posando como una estrella sexy, acompañado de una esposa guapa, rica, artista, educada en los más selectos colegios griegos. Fue la nota radical chic de la primavera pasada. Dimitido como ministro, tras insultar y pelearse con la élite diplomática europea, Varufakis descendió varios peldaños en la escala radical chic. Sus fotos en moto no tuvieron el mismo encanto que sus veladas iluminadas con el fondo de la Acrópolis.
Convertido en estrella rosa pasión de las izquierdas periféricas, Varufakis fue adoptado rápidamente por Arnaud de Montebourg, que dimitió hace un año de su cargo de ministro de economía, para denunciar las traiciones de François Hollande. La ruptura Montebourg – Hollande también tuvo un capítulo rosa. Montebourg abandonó a su ex compañera para liarse la manta a la cabeza con Aurélie Filippetti, ex ministra de la cultura, ex compañera de Thomas Piketti, el más famoso y radical de los economistas franceses. Las relaciones amorosas Filippetti / Piketty terminaron de muy mala manera. La ex ministra acusó al economista ultra famoso de “violencias”. Los abogados enterraron con papeleo una guerra íntima con flecos inflamables muy agrios. La prensa filantrópica y menos filantrópica ha preferido cubrir con un tupido velo esas desavenencias íntimas resueltas con “violencia”.
Enamorada de Montebourg, Filippeti está hoy embarazada. Partidario de “otra” política, Montebourg ha invitado a Varufakis y señora a la Fiesta de la Rosa socialista de Frangy-en-Bresse, este domingo de finales de agosto. Una fiesta de socialistas radicales donde las parejas radical chic oficiarán algo así como una misa laica contra el socialismo cassoulet de Hollande. El cassoulet es un plato popular francés. Se entiende por socialismo cassoulet el socialismo “tradicional”, “conservador” y un pelín arcaico de un Hollande con novia invisible. El radical chic de las parejas Montebourg / Varufakis también cantará las cuarenta a Frau Merkel y los abominables socialdemócratas alemanes, los más altos representantes de una socialdemocracia prusiana, culpable de todos las peores y más abominables plagas europeas.
Tratándose de una fiesta socialista (rojo pasión), se cantará la Internacional, bebiendo vino de la tierra, la Borgoña. Los Montebourg recibirán a los Varufakis en Frangy-en-Bresse, una diminuta localidad del departamento de Saona y Loira, en el distrito de Louhans. Los anfitriones socialistas han preparado una añada de vino del país que han llamado “Europa”, para aludir a las ambiciones de las grandes estrellas del radical chic socialista, anti Hollande, anti Merkel, ante Tsipras, anti Pacto fiscal europeo, anti casi todo.
La guerra política va “por dentro” (apenas). En la superficie, los Varufakis y los Montebourg no dudan en posar para la posteridad disfrazados de señores y señoras modernas, radical chic, muy rosa pasión, muslos y pechos al aire, tejidos ligerísimos para lucir el palmito de las señoras griegas de buen ver y las futuras madres francesas, enarbolando las sonrisas con las que esperan lanzar la temporada radical chic del otoño, duro, agrio y rosa pasión, claro está.
Varufakis, el “austericidio”, Grecia, Cataluña y otras estafas.
Arnaud Montebourg, entre nacionalismo de izquierdas y populismo demagógico.
txema says
La gauche divine 🙂
JP Quiñonero says
Txema,
Algo así, efectivamente.
Dicho eso… la influencia de la gauche divine no llegó mucho más de Albacete. Si es que llegó más allá de su diminuto barrio bien, en una Barna difunta. Varufakis, por el contrario, influye mucho en casi toda Europa…
Q.-