Francia comenzó a bombardear las posiciones del Estado Islámico (EI) en Siria horas antes que los catalanes comenzasen a votar en unas elecciones autonómicas que pudieran tener una cierta dimensión histórica.
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Refiriéndose a Giscard, Raymond Aron comentó en alguna ocasión, lo cito de memoria: “No ha comprendido que la historia es una tragedia. Siempre acaba mal”.
En esas estamos.
Los bombardeos “preventivos”, “quirúrgicos”, no tendrán una dimensión determinante en el caos sirio / irakí. Tienen por objetivo táctico “disuadir” acciones criminales contra Francia.
Goya nos ayuda a comprender lo que ocurre en Siria e Irak.
En el otro extremo de la misma cuenca mediterránea, el voto catalán de hoy temo que tampoco sea determinante, iluminando la realidad de una Cataluña invertebrada, dividida con ciertas dosis de odio y miedo entre indepes y no indepes, a su vez divididos en un rosario de capillas / familias, de la más variopinto sensibilidad: Cataluña: “¡Ganan los otros / los nuestros!” “¿Qué hacer..?”.
Temo que Caína y su manera de entender la política tengan mucho futuro: El Duelo a garrotazos, matriz política y cultural de las Españas.
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