Cosas del Obs, Le Monde, y mías…
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De entrada, una comparación: Hollande, “Bush francés”. Comparación hecha en el Obs, semanario de referencia de la izquierda francesa… Guerre en Syrie : Obama devrait calmer les ardeurs de Hollande, le Bush français.
Luego…
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Le Monde, 27 noviembre 2015. Au-delà des discours solidaires, l’Allemagne s’engage modestement. [ .. ] 
Le Monde, 27 noviembre 2015. Le marathon diplomatique aux résultats incertains de Hollande.
DE LA “GRAN COALICIÓN UNIVERSAL” A LA “COORDINACIÓN LIMITADA”
Tras el espectacular maratón diplomático de François Hollande, dialogando personalmente con Barack Obama, Vladimir Putin, David Cameron y Angela Merkel, la diplomacia francesa ha dejado de usar la expresión “coalición” contra el Estado Islámico (EI) para usar el término “coordinación”, menos ambicioso y más aleatorio.
El vespertino Le Monde, tradicionalmente comprensivo con los esfuerzos diplomáticos gubernamentales, resume esa evolución aparente del discurso oficial con este titular, a toda página: “Inciertos resultados del maratón diplomático de Hollande”.
El presidente Hollande esperaba de Barack Obama la eventual “extensión” a Moscú de la gran coalición liderada por Washington, con participación de Arabia Saudita, entre otros 62 Estados, Francia incluida. El presidente de los EE.UU. confirmó la solidaridad con Francia, insistiendo en la defensa de su propia estrategia, abiertamente enfrentada a la estrategia de la coalición formada por Rusia e Irán.
El presidente francés esperaba de Vladimir Putin alguna forma de “apertura” que permitiera defender el proyecto francés de “gran coalición” universal contra el EI. El presidente ruso aceptó “coordinar” con Francia sus bombardeos. Pero la posición de Moscú hacia el régimen sirio de Bashar al-Asad sigue siendo un obstáculo infranqueable para Washington, Moscú y París. Laurent Fabius, ministro francés de Asuntos exteriores, ha “matizado” la posición francesa sobre Bashar al-Asad. Pero las posiciones siguen estando muy alejadas, y el semanario Le Point las resume de este modo: “Es una evidencia que Hollande y Putin no llegaron a un acuerdo sobre una posible coalición ni sobre la suerte de Basar al-Asad”.
François Hollande tenía muchas esperanzas en una posible evolución de la Alemania de Angela Merkel, que ha hecho un gesto que París considera “más que simbólico” y Le Monde sentencia con cierta crueldad: “Más allá de los discursos solidarios, Alemania se compromete muy modestamente”.
El gobierno francés sigue esperando que David Cameron consiga convencer al Parlamento británico, aceptando el principio de la participación del Reino Unido en los bombardeos que París desearía “incrementar de manera significativa”. Todos los analistas militares insisten en un punto crucial: la participación eventual del arma aérea británica en los bombardeos contra posiciones del EI no modificará de manera “determinante” el curso de un conflicto que se anuncia largo, duro y complejo.
“¿EUROPA? ¿QUÉ, QUIÉN, CUÁNDO?”
El Gobierno francés también recurrió días pasados al artículo 42-7 del Tratado de la Unión Europea (TUE), para reclamar ayuda y asistencia “inmediata” en el terreno de la seguridad interior y exterior. La primera respuesta de los ministros del Interior europeos fue verbalmente solidaria, pero no se ha traducido en un incremento conocido de ayudas militares o policiales de urgencia, cuando el costo humano y económico de la presencia francesa en varios escenarios en conflicto, comenzando por Sahel y el frente sirio de la guerra contra el EI, tiene unas proporciones ciertamente gravosas para la economía nacional.
PAGAR LA GUERRA CON DEUDA PÚBLICA
El presidente Hollande advirtió a sus vecinos y aliados, días pasados, que “el pacto de seguridad (nacional) es más importante que el pacto fiscal (europeo)”. Era una manera de recordar que, en verdad, Francia se ha embarcado en un conflicto nacional, europeo e internacional, que tendrá un costo todavía mal conocido para el conjunto de la zona euro.
Durante los primeros años de este siglo, las intervenciones militares de Francia en el extranjero costaban entre 250 y 350 millones de euros. Ese costo se elevaba, antes del estallido de la crisis actual, a unos 1.200 millones de euros anuales. Cifra que pudiera aumentar, si la crisis se prolonga, como es de temer. Se presta al presidente Hollande la intención de pagar esas facturas con Deuda pública. Proyecto que no facilitará precisamente la salida de la crisis económica, cuando el Instituto nacional de estadísticas económicas anunció 40.000 nuevos parados el pasado mes de octubre.
Ceguera voluntaria de Francia y Europa ante el fanatismo y la barbarie de Arabia Saudita y Qatar.
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