Cosas de Le Monde. Y mías.
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“El antiterrorismo francés se encuentra en estado de muerte clínica”:
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Le Monde, L’antiterrorisme français en état de mort clinique.
Tras las matanzas del 13N, Francia descubre inquieta y perturbada, dos semanas más tarde, que sus servicios de lucha contra el terrorismo islámico funcionan tarde, mal o muy mal.
Le Figaro, Liberation, Obs y BFM, entre otros medios, han insistido, desde hace días, en los “fallos” de inquietante gravedad de los servicios antiterroristas nacionales, que tenían fichados a varios de los asesinos autores de las matanzas del 13N, pero fueron incapaces de analizar y comprender unas informaciones que dejan al descubierto “disfuncionamientos” que el vespertino Le Monde resume con este titular a toda página: “El antiterrorismo francés se encuentra en estado de muerte clínica”.
“Muerte clínica” precipitada por el solapamiento de servicios, la ausencia de medios y fuentes propias, la burocratización de unos servicios mal adaptados a las nuevas formas de criminalidad terrorista transnacional.
“Muerte clínica” con la que culminan, provisionalmente, dos reformas estructurales y varias decisiones legislativas de excepción, entre 2012 y 2015.
En 2008, Nicolas Sarkozy realizó una gran reforma, creando la Direction centrale du renseignement intérieur (DCRI). Seis años más tarde, François Hollande decidió reformar esa reforma de su predecesor en la jefatura del Estado, transformando la DCRI en DGSI (Direction générale de la sécurité intérieur (DGSI). ¿Resultados prácticos..?
La DGSI tenía fichados desde hace años a varios de los autores de las matanzas del 13N. En vano. Los servicios antiterroristas franceses están mal adaptados para interpretar, analizar y tomar decisiones operacionales contra unos criminales que proyectan sus atentados entre Siria e Irak, los organizan en Bélgica y los realizan en Francia, desplazándose “como el pez en el agua” en un espacio de seguridad europea, el Espacio Schengen, que también tiene inquietantes lagunas.
El mal funcionamiento de los servicios antiterroristas franceses tiene varios orígenes paralelos: Francia está “ciega” (tiene poca y mala información) sobre las actividades terroristas que se planean fuera de su territorio. La cooperación antiterrorista europea no tiene un nivel operacional tan efectivo como sería necesario. Los ministerios del Interior y Defensa están desbordados por una información muy abundante, sin contar con los medios técnicos y humanos imprescindibles para analizar con rapidez operacional unas informaciones que circulan con fluidez relativa.
Oficialmente, los servicios anti terroristas dicen tener fichados a unos 11.000 sospechosos, en un país de 66.318 habitantes (2015). Entre esos sospechosos hay unos 4.000 “objetivos” potencialmente peligrosos. Pero solo hay 3.000 agentes consagrados a seguir esa nube de pistas, una tela de araña tan vasta como inextricable, cuya gestión administrativa es compleja y muy lenta.
“AUTONOMÍA” CIEGA
Política y diplomacia complican gravemente la lucha antiterrorista. El presidente Hollande anunció solemnemente, hace más de un año, que la participación de Francia en la coalición militar que lucha contra el Ejército Islámico (EI) tomaría decisiones “autónomas”. Esa “autonomía” militar de Francia para realizar bombardeos “a su aire”, según calendarios y objetivos propios, tiene un precio: ha privado a Francia de los “ojos” de los servicios de espionaje e inteligencia de los EE. UU. Varios analistas militares afirman, desde hace semanas, que buena parte de los bombardeos franceses en Siria (unos 300 de los 7.000 realizados por el arma aérea norteamericana, desde 2014) tienen resultados muy “aleatorios”.
Tras el 13N, el presidente Hollande intenta que Barack Obama permita a los servicios antiterroristas franceses tener acceso, total o parcial, a las informaciones de CIA y los servicios de inteligencia norteamericanos. La CIA y los servicios de inteligencia militar norteamericanos son muy remisos a compartir sus informaciones con un aliado que ayer se declaraba “autónomo” y un día después dice “coordinar” sus bombardeos con Rusia…
Tras su encuentro en Washington, días pasados, Hollande volverá a encontrarse con Obama, en París, el próximo lunes, en una cena privada. Tras el pretexto de la Conferencia ecológica mundial, los presidentes de Francia y los EE. UU. volverán a trabajar el mismo problema de seguridad: ¿Cómo “coordinar” la acción militar contra el Estado Islámico? ¿Qué información es posible compartir con un aliado que también “coordina” sus acciones militares con otra gran potencia, Rusia, cuyos objetivos estratégicos no son compartidos por los EE. UU. y sus aliados, comenzando por Arabia Saudita?
“Fóllate a los EE.UU.” en el París de Hollande.
Hollande, de la «coalición universal» a la «coordinación limitada y diversa».
Jordi says
Y Big Data no tiene nada que ofrecer a todo esto? Seguro que Hollande no le haria ascos a Skynet a dia de hoy
JP Quiñonero says
Jordi,
Custer Obama NO se fía ni un pelo de little frenchy Hollande,
Q.-