Autorretrato, JPQ. Rue Monceau, 20 julio 2011.

Finalmente, me dejo llevar de un ataque de vanidad y agradecimiento:

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LA MIRADA DEL ODIO

Jordi Amat

Hace ocho años crucé mi primer e-mail con Juan Pedro Quiñonero. Corresponsal de Abc en París, es uno de los intérpretes más profundos de los males de fondo de la España moderna. Desde hace décadas desarrolla un ensayismo original que rastrea los fundamentos de lo que denomina arquitectura espiritual del país. La cima de su reflexión es ya un clásico: De la inexistencia de España. Desde el 2013 viene publicando unos cuadernos que, a partir de un capricho de Goya, piensan nuestros problemas. La serie, retomando a Rimbaud, se titula Una temporada en el infierno, el nombre de su blog donde alterna apuntes de actualidad con fotografías que toma él mismo. Quiñonero, que fue tan amigo de Baltasar Porcel y que veranea en nuestro Maresme, es la única persona que conozco que vive en París.

Por Facebook sé que está bien. Por su blog intento descubrir cómo está viviendo la tragedia. «Tiroteos, explosiones, decenas de víctimas». Es su primera entrada, que incluye el cartel «Pray for Paris» en el que la letra a del nombre de la ciudad adopta la forma de la torre Eiffel. Ha incluido, respondiendo a los comentarios de solidaridad de los amigos, un verso de John Donne: «Todo hombre es un pedazo del continente».

Luego recupera una de sus fotografías. Es del 6 de septiembre del 2014. En la entrada de una estación de metro, al lado de un anuncio erótico de ropa interior de una marca americana, un grafiti con esta frase: «Osama Ben Laden is not dead». Le parece una perturbadora profecía. Y, ante la desazón, busca en sus clásicos para inquirir la dimensión humana de un atentado que disloca los fundamentos de nuestra sociedad. «Dostoievski y Céline describen con palmaria precisión la matriz intelectual y sociológica (en Francia) de un conflicto difícil o imposible de ganar militarmente, en Siria e Iraq; y cuyo frente local/nacional el Estado francés lleva muchos años diciendo combatir, sin resultados muy evidentes, en los suburbios de las grandes ciudades francesas». Recupera una serie de fotos que hizo en la banlieue. En las miradas se descubre el odio abúlico, tan humano, que los fanáticos instrumentalizan para causar tanta acongojante desolación… La Vanguardia, 17 noviembre 2015. Jordi Amat, La mirada del odio.

Autorretrato en La Nave de los locos.
Autorretrato, en el destierro.
Autorretrato ante la tumba de la Literatura.
Autorretrato nocturno.

Personal.