Rue Tronchet, 3 octubre 2016. Foto JPQ
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Kim Kadarshian ha podido ser víctima de un ataque de racanería, instalándose en una residencia bastante alejada del estatus de los palacios del gran lujo, cuyos servicios de seguridad hubiesen podido evitar, quizá, el robo a mano armada del que fue víctima la noche del domingo al lunes.
Cinco hombres armados sorprendieron a Kadarshian medio desnuda, la noche del domingo al lunes, cuando se disponía a tomar un baño, en la residencia “No Address”, instalada en el antiguo Hotel de Pourtalès, robándole con facilidad dinero en efectivo y joyas por un montante de varios millones de euros.
Los atracadores entraron sin dificultad en la residencia “No Address”, que no tiene cámaras de vigilancia en su entrada, neutralizando sin problemas a un personal de servicio poco ducho en cuestiones de seguridad y defensa de personalidades.
Tras amenazar a Kadarshian, los cinco atracadores pudieron huir tranquilamente, a pie y en bicicleta. A quinientos metros de la iglesia de la Madeleine, la residencia “No Address” se encuentra en un barrio que fue muy aristocrático a mediados y finales del siglo XIX, hoy convertido en barrio de oficinas y clase media, con una estación de metro a cincuenta metros de la puerta de entrada y una estación de tren de cercanías, muy multicultural, a poco más de quinientos metros.
La publicidad oficiosa de “No Address” afirma que se trata de una residencia para “celebridades”, visitada ocasionalmente por Madonna, Leonardo Di Caprio, Prince o Zlatan Ibrahimovic. La realidad quizá sea mucho más prosaica. “No Address” es una residencia instalada en el antiguo Hotel de Pourtalès. En la terminología urbana parisina, se llama “hotel”, “hotel particular”, a las grandes mansiones en otro tiempo aristocráticas.
El antiguo Hotel de Pourtalès fue una residencia aristocrática entre 1838 – 1839, el año de su construcción, y 1914, mientras vivió Mélanie de Bussière, condesa de Pourtalès, gran señora de la elegancia de su tiempo, admirada a su manera por Marcel Proust (antiguo vecino del barrio, desde la infancia) y Eugenia de Montijo, la última emperatriz de Francia, esposa de Napoleón, nacida en Granada.
Tras la muerte de la condesa de Pourtalès, su antiguo hotel particular, “una obra de arte”, según los arquitectos que lo clasificaron como monumento nacional, entró en una inconclusa decadencia, pasando de mano en mano, de inquilino en inquilino (compañías de seguro, un distribuidor de teléfonos), hasta que terminó comprándolo un avispado promotor inmobiliario que decidió convertirlo en “residencia para famosos”, con discutido éxito, desde hace pocos años.
El antiguo Hotel de Pourtalès, donde solo vivía una gran familia aristocrática, acompañada de un prolijo “servicio”, está hoy dividido en nueve “apartamentos”, que tienen entre 90 y 300 metros cuadrados, y pueden alquilarse a partir de unos 1.000 / 1.500 euros la noche. Los amantes de paso pueden pagar una sola noche. Algunos viajeros o futbolistas pueden alquilar por varios meses. La residencia tiene una veintena de personas (cocinero, mayordomos, etcétera) para atender el conjunto de los nueve apartamentos.
Se trata de un servicio “mínimo”. En un restaurante de gran lujo se suelen contar entre dos y cuatro camareros para atender a cada cliente. En la residencia “No Address” apenas hay dos personas por cliente. Las tarifas de la residencia son ligeramente más baratas que las tarifas de las suites de lujo en los grandes palacios parisinos (Ritz, George V, Príncipe de Gales, Mandarín, Crillon), pero “No Address” no tiene ni el lujo ni los servicios de seguridad, excepcionales, de los grandes palacios, situados, todos, en lugares excepcionales (Plaza Vendome, Plaza de la Concorde, Faubourg Saint-Honoré, Avenida George V), en plazas o avenidas de gran lujo. “No Address”, por el contrario, tiene tarifas ligeramente más modestas, y se encuentra en un barrio de oficinas y clase media, de un glamour tiempo ha difunto.
En materia de seguridad, el atraco a Kim Kadarshian no solo ha dejado al descubierto unos fallos alarmantes y dramáticos. Nathalie Kosciusko-Morizet, ex ministra liberal, concejala en la alcaldía de París, se ha apresurado a denunciar el “clima de inseguridad” que continúa “extendiéndose” por muchos barrios de la capital.
No sin cierta malevolencia, el semanario Le Point se pregunta: “¿No será el atraco a Kim Kadarshian la agresión que viene a confirmar la degradación de la antigua imagen “glamour” de París?”.
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Recuerdo a Weegee… una gloriosa mañana de mayo, en Roland Garros.
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