Bob Dylan y Allen Ginsberg, San Francisco, 1965. Foto Larry Keenan.
Allen Ginsberg resume el origen último de esa historia con esta frase: “Fue una revolución de las conciencias, a través de la palabra, la poesía, la música, la canción”… De Poe a la Beat Generation, historia de las culturas subversivas USA.
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Ginsberg deja caer la sentencia, entrevistado en No Direction Home (2005), el documental de Martin Scorsese sobre diez años (1956 – 1966) de la vida artística de Bob Dylan.
Quienes no conozcan ese documental, “imprescindible para sobrevivir”, según la formula consagrada, pueden / deben precipitarse, comprar o piratear el DVD, comercializado estos días.
De entrada, Scorsese rinde homenaje a los grandes documentalistas que realizaron obras mayores sobre Dylan, comenzando por el legendario Dont Look Back (1967) de D.A. Pennebaker. Utilizando, así mismo, mucho material visual de la época y mucho más reciente, de Jonas Mekas a Murray Lerner, cuya obra, The Other Side of the Mirror (2007) compila imágenes esenciales sobre el Folk Festival de Newport, entre 1963 y 1965.
A partir de ese material visual, y de largas entrevistas de distinta procedencia con Dylan y numerosos testigos de la época (Ginsberg, Joan Baez, entre muchos otros), Scorsese monta la historia parcial de la revolución evocada por Ginsberg, síntesis de varios procesos paralelos: la Beat Generation y las síntesis musicales que se cruzan en Dylan: John Jacob Niles, Odetta, Woody Guthrie, The Clancy Brothers, Joan Baez, Pete Seeger, Dave Van Ronk, Webb Pierce, Hank Williams, Johnny Cash.
Los grandes libros fundacionales de la Beat Generation ya estaban publicados cuando el joven Dylan buscaba sus primeros caminos. Howl de Allen Ginsberg data de 1956. Naked Lunch de William S. Burroughs es de 1959. On the Road de Jack Kerouac se publicó en 1957. Hoy sabemos que esas obras tuvieron una proyección internacional. Una larga década antes de Mayo 1968.
En el terreno musical, las influencias del primer Dylan (Woody Guthrie, Joan Baez, Pete Seeger) tenían raíces muy profundas en la música popular norteamericana.
A través de las imágenes (documentales de época, esencialmente), Scorsese reconstruye una parte fundamental de esos caminos que se cruzan en la obra de Dylan, para desembocar en la encrucijada final: Like a Rolling Stone (1965), de donde proviene el verso que da título a la obra de Scorsese, No Direction Home, que traduzco muy malamente por “Sin hogar al que volver”. Camino sin retorno, sin refugio, sin hogar. Aquella revolución, entre 1956 y 1966, dio muchos frutos. Quizá siga dándolos: De Poe a la Beat Generation, historia de las culturas subversivas USA.
Hay muchas otras historias, escritas, literarias, sobre la Generación Beat y la música popular norteamericana de los años 60 / 70 del siglo pasado. Me parece esencial, sin embargo, el trabajo de Scorsese, por una razón palmaria: esas historias serían / son parcialmente incomprensible si no se recuerdan con imágenes y sonidos. Solo la historia visual (fotografía, vídeo, cine) permite comprender cosas esenciales de nuestro pasado. Quizá incluso de nuestra historia.
Ramón Gaya decía que España sería algo mucho más deshilachado e incomprensible sin el Museo del Prado. La historia visual de España, contada por Goya, quizá sea la más moderna y esencial de todas:
Goya, cronista fotográfico de la actualidad de España.
La historia de España contada por Carlos Saura y Víctor Erice.
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LA MÚSICA ERA COSA SUBVERSIVA.
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Vinyl, Scorsese y nuestras crisis.
No Direction, No Restriction: D.A. Pennebaker Looks Back at a Dylan Documentary.
Cine.
Fotografía.
Música.
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