Montreuil, 26 enero 2017. Foto JPQ.
Benoît Hamon es el candidato del PS a la próxima elección presidencial, con un 58 / 59 % de los votos de la segunda vuelta de unas elecciones primarias catastróficas y humillantes para Manuel Valls, que solo habría obtenido el 41 / 41,5% … Primaires citoyennes.
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Militantes y simpatizantes del PS votaron contra Hollande, contra su política, contra su ex primer ministro, Manuel Valls, y contra el Pacto fiscal europeo.
Hamon encarna una línea socialista que ha prometido “romper” con esa herencia, nacional y europea.
Se trata de un giro histórico del socialismo francés. Los últimos líderes del PS, Lionel Jospin, entre 1997 y 2002, y François Hollande, entre 2002 y 2016, habían defendido un socialismo compatible con el Pacto fiscal europeo y la política económica de la zona euro. Hamon ha hecho campaña contra la herencia de Hollande y contra los compromisos de Estado de Francia con la zona euro.
Candidato derrotado, Valls defendía la “continuidad” con la herencia Hollande y un “respeto” de los compromisos europeos. Ha sufrido una derrota catastrófica, personal y política.
En el terreno personal, Valls fue durante un tiempo la personalidad política más popular de Francia. Primer ministro de Hollande, ha terminado hundiéndose con su presidente, defendiendo unas políticas que las izquierdas francesas consideras “de derechas”.
En el terreno político, colectivo, la “línea Valls” sufre una derrota humillante: militantes y simpatizantes han rechazado el “social liberalismo” para votar a un candidato “auténticamente de izquierdas”. “Autenticidad” y ruptura sin destino conocido.
El PS aborda la campaña de las elecciones presidenciales del 23 de abril y el 7 de mayo próximos más dividido que nunca, caído de hinojos en la crisis más grave de su historia, con unas previsiones desastrosas para la credibilidad europea del socialismo francés.
El enfrentamiento a cara de perro cainita de Benoît Hamon, el candidato oficial del PS a la jefatura del Estado, y Manuel Valls, el candidato derrotado, ex primer ministro, anuncia una nueva campaña devastadora: la primera promesa electoral del nuevo líder socialista es deshacer y derogar la reforma laboral de François Hollande, impuesta por Valls con un decretazo, sin voto parlamentario.
Se trata de una “ruptura” cainita, atroz: el candidato socialista hará campaña para “romper” y “derogar” el mayor logro “social” del presidente y el gobierno socialista saliente, caído de hinojos en la condición del presidente más impopular de la historia de la V República.
Tras esa promesa de rechazo, condena y ruptura con la herencia de un gobierno del que él mismo fue ministro de educación, Hamon defiende un programa que está en los antípodas de la política de Hollande, defendida por Valls y una parte de la élite socialista.
Hollande y Valls habían prometido respetar y cumplir con la disciplina del Pacto fiscal europeo y la política económica común de la zona euro. Hamon rechaza esa herencia y propone “otra” política, en los antípodas.
Primer ministro de Hollande, Valls “recriminó” a la canciller alemana, Angela Merkel, su política “demasiado favorable” a la inmigración y los refugiados. Hamon propone cambiar de política, aceptando más inmigrantes, más refugiados…
Esos proyectos electorales del candidato socialista a la presidencia de la República chocan de manera brutal con una realidad política con tres frentes desastrosos.
En el frente interno, la elección de Hamon como candidato oficial a la presidencia de la República divide y fragmenta al PS. El candidato socialista podrá contar con el apoyo de la izquierda socialista, pero Valls y numerosos diputados socialistas son hostiles al “izquierdismo irresponsable” de Hamon. Se trata de una división histórica y sin precedentes del PS, a ochenta días de la elección “reina” del modelo electoral francés.
En el frente externo, a la izquierda, Hamon tiene un rival temible, Jean-Luc Mélenchon, candidato de una heteróclita coalición de izquierdas y extremas izquierdas, partidarias de una Francia “insumisa”. Mélenchon es un populista de izquierdas, y el orador más lírico y temible de todas las izquierdas. Tiene 12 o 13 % de intenciones de voto, en la primera vuelta de las presidenciales, el 23 de abril próximo, cuando Hamon apenas tiene entre el 8 y el 10 %.
En el frente externo, a la derecha, Hamon tiene un rival mucho más temible, Emmanuel Macron, ex ministro de economía de Hollande, que se presenta por libre como candidato “social reformista” y tiene entre 20 % y 21 % de intenciones de voto, en la primera vuelta presidencial.
Mientras fue ministro de Hollande, Macron defendió una línea gubernamental “social reformista”, provocando la cólera de numerosos diputados socialistas. Tras dimitir del cargo, para embarcarse en la campaña presidencial, Macron abrió un nuevo frente de crisis entre las distintas familias socialistas. Derrotado Valls en las primarias socialistas, una parte del aparato y las elites socialistas sienten la tentación de “abandonar” el barco del PS para pasarse con armas y bagajes en el “proyecto” presidencial de Macron, del que todavía no se conoce ningún programa concreto.
Si se confirmasen todas las estimaciones y sondeos, Hamon sería un candidato elegido para el cadalso socialista, dirigiéndose hacia el calvario anunciado de uno de los peores resultados electorales de la historia del socialismo francés, la próxima primavera.
Benoît Hamon, candidato del PS para el cadalso presidencial socialista.
Hamon / Valls… duelo a garrotazos, a cara de perro. Sondage : Hamon ou Valls nettement distancés à la présidentielle.
Tras la herencia Hollande / Valls, el socialismo francés se estrella contra Europa.
El socialismo francés, víctima de cinco años de desilusión, decepción y descrédito de Hollande.
Valls, candidato favorito de la derecha.
Irene says
Excelentes fotos y lo mismo las crónicas, Q. Las fotos, ésta de Hamon y las que siguen en tus últimas entradas, me parecen una buena respuesta a la foto de míting y de comparecencia de políticos aquí y allá, que no suelen decir nada de tan burocráticas e insustanciales que son. Las tuyas son cinematográficas, como quien dice: el ángulo de la cámara y el punto de vista final dicen mucho del contexto de cada situación. Vaya techo agujereado el de los socialistas renovadores que muestra la foto…
JP Quiñonero says
Uauuuuuuuuu… tus palabras me hacen una ilusión tremenda: me dice, un día, que quizá fuese razonable incluso necesario cubrir los mitines políticos desde un punto de vista no publicitario, intentando comprender qué ocurre, qué está ocurriendo… en definitiva, las nubes tóxicas publicitarias ocultan una realidad que está ahí y quizá sea sano y bueno contemplar de cerca…
Graciasss
Q.-