Rue de Rivoli, 15 mayo 2017. Foto JPQ.
Feministas francesas: “Mi sexo es mío”.
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Tras estudiar con admirable precisión erudita la evolución de la condición femenina en Francia, Michèle Sarde terminaba su célebre ensayo Regards sur les Françaises, Xè-XXè siècle (1984), preguntándose si, finalmente, andando el tiempo, pronto dejarían de existir diferencias entre la española y la alemana, la francesa y la sueca, entre la identidad femenina de la mujer francesa nacida en Picardie o Normandie.
Quizá el cosmopolitismo y la mundialización terminen por “unificar” (¿?) la condición femenina, algún día, todavía lejano, sospecho.
La parisina, vista por Vogue, Mario Sorrenti y Quiñonero.
Chicas, en los Campos Elíseos… cuando llega la primavera.
Nuevas parisinas en el nuevo vientre de París, Les Halles.
Chicas, en Saint Michel… cuando cae la tarde.
Jóvenes parisinas leyendo intimidades en el teléfono.
Chicas y mestizajes en el nuevo vientre de París, con goteras, recién inaugurado.
Les Halles, cuando llega la primavera… 9.
Parisina pop, estudiando el menú nocturno…
Chicas parisinas, muy pop neoyorquino.
Parisinas de la banlieue, del 9/3, el 93.
Modista, en el mercado más cosmopolita de París.
Intimidades, en la hamburguesería… cuando cae la noche.
Parisina de origen auvergnat / auvernés.
Intimidades, en la pizzería… cuando cae la noche.
Hora de cierre, en la bocadillería… cuando cae la noche.
Parisinas, vendedoras pop… “Un placer a consumir sin moderación”.
Jóvenes parisinas, en el autobús.
París. Chica elegante, en el autobús.
Jóvenes parisinas, comida callejera.
Parisinas, de generación en generación.
Pablo Eugenio Fernandez Jiménez says
Si, existe, es el contagio del entorno, climatológico, cosmopolita, geográfico…los que además del temperamento y genética, inherentes al nacimiento, conforman nuestro caracter, en hombres y mujeres, es la adaptación.
Pienso, Quiño, del tema Edouard Phillippe y Sylvie Goulard ya será en otra, la importancia de la orografía y climatología que te hacen ser distintos. Y puede ser que el tan traido cambio climático nos haga más iguales.
Porque claro no es lo mismo, ya estoy filosofando, desconfía, la atracción que ejerce el medio en la primavera de Sevilla que en la de Hannover, y no es lo mismo esa mujer parisina, cosmopolita pero acostumbrada a pasear por las calles de su ciudad que la esponjan de igual belleza, hasta mimetizarse con el paisaje, que otra, habitante de sitio lúgubre.
Así voy por Sevilla y veo mujeres hermosas, y no tanto por el perfil físico como por la pulsión vital que irradian, y con las parisinas me pasa lo mismo, oye.
JP Quiñonero says
Pablo,
Uauuuuuuu…
Muy groseramente, la cultura tiene una importancia capital, claro, lo que en otro lugar y en otro terreno llamo la «arquitectura espiritual».
En el terreno femenino, las mujeres de Goya quizá sean un un canon único,. Aunque la catalana ideal de d’Ors y Ramon Casas quizá sea otra cosa.
La andaluza / sevillana tiene su propia personalidad, cómo dudarlo.
Recuerdo que, hace años, pasé por Sevilla, si, y me traje estos recuerdos, una docena, o así:
Ella también se marchaba de. Sevilla..
Avanti..!
Q.-
Pablo Eugenio Fernandez Jiménez says
Así es para D’ors sus catalanas, pero también dentro de las parisinas, las «tuneadas» de estudio fotográfico de Sorrenti y las de París cuando llega la primavera, o en el autobús, en les Halles, vientre de París, o en el mercado más cosmopolita de París….y era eso de alguna forma, muy bien expresado <>
JP Quiñonero says
Pablo,
Cool.
Gracias… Si, un lío de cosas difíciles de expresar, mucho más fáciles de admirar y respetar, claro.
Q.-
Pablo Eugenio Fernandez Jiménez says
Me refiero a la Arquitectura Espiritual, era eso, lo expresas muy bien