Rue des Saints-Peres, 22 noviembre 2017. Foto JPQ.
“En la Recherche, la pastelería es la primera cueva de Alí Babá donde la memoria es ungida con los misterios de la carne, la sensualidad, los gozos de la carne y el espíritu…” : París, Proust. La pastelería y el sexo.
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Rue des Saints-Peres, 22 noviembre 2017. Foto JPQ.
En la Recherche, pastelerías y chocolaterías tienen un puesto esencial, por momentos, cómo olvidarlo. No todos los establecimientos frecuentados por Proust desaparecieron en la polvorienta noche estrellada del tiempo pasado. Marcel Proust y las pastelerías.
Au Chat Bleu se instaló en el 85 del Boulevard Haussmann en 1912. Marcel Proust vivió en el 102 entre 1906 y 1919, años cruciales en la redacción de la Recherche. Céleste Albaret, su ama de llaves, desde 1914 hasta su muerte (1922), contaría mucho más tarde que debía correr hasta Latinville (rue de La Boétie, a dos pasos, frecuentada por la Nana / Anna Coupeau de Zola, desaparecida tiempo ha), si a su patrón le apetecía un helado a las tantas de la noche; o le bastaba con cruzar el bulevar para comprar unos chocolates Au Chat Bleu.
Ladurée (rue Royale), la pastelería / salón de té de Odette de Crezy, está hoy frecuentada por turistas americanas. Ladurée (rue Bonaparte) sigue trabajando en la periferia del Faubourg Saint-Germain proustiano.
Debauve et Gallais -apreciada por Proust por sus cajitas de bombones- sigue instalada en un podio para turistas adinerados, desaparecida o emigrada voluntariamente la vieja aristocracia proustiana, para intentar escapar a la polución y los atascos del Boulevard Saint-Germain.
París, Proust. La pastelería y el sexo.
Proust y Baroja en la obra de Juan Pedro Quiñonero.
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