Rue Montorgueil, 11 septiembre 2010. Foto JPQ.
Nicolas Stohrer, pastelero de Marie Leszczynska, esposa de Luis XV, fundó la Pastelería Stohler, en 1730. Sigue funcionando, desde entonces.
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Rue Montorgueil, 12 octubre 2011. Foto JPQ.
Allí comenzó esta historia: París, Proust. La pastelería y el sexo.
Anochecer, esperando la Navidad en el país parisino de la Rue Montorgueil 2.
Anochecer, esperando la Navidad en el país parisino de la Rue Montorgueil.
El país parisino de la Rue Montorgueil, en la frontera de La Canopée / Les Halles.
Todo viene, decía, de Marcel Proust, París, Proust. La pastelería y el sexo, y Claude Monet, La Rue Montorgueil.
Tras esas referencias… es fácil descubrir un barrio, un país pequeño pero singular, con identidad propia:
Un barrio de moda, el país parisino de la Rue Montorgueil.
Dos amigas en el país parisino de la Rue Montorgueil.
Les Halles, cuando llega la primavera… en el país parisino de la Rue Montorgueil.
Les Halles, cuando llega la primavera… en el país parisino de la Rue Montorgueil 2.
Mestizajes eróticos en el nuevo café pop… en el país parisino de la Rue Montorgueil.
Ricardo Lanza says
Un dulce recuerdo, estimado, y la enseñanza de que París suele cuidar mejor sus cosas. Teníamos en Madrid (Alcalá de Henares) hasta hace pocos años, la pastelería Salinas, al parecer, la tienda de esa clase más longeva en la Comunidad (además, ganó grandes premios, precisamente en París, durante la belle-epoque); y nos la cierran, la cambian de oficio, y está ahora ruinosa y descuidada, esperando no sé qué…
JP Quiñonero says
Ricardo,
Ayayay… Saturno y el Duelo a garrotazos forman parte de nuestra más profunda matriz cultural.
No te recordaré la cosa endemoniada que construyeron en el antiguo solar de la calle Carretas, donde estuvo hace siglos el legendario café cuya tertulia inmortalizó Solana…
Cool.
Avanti..!
Q.-
Ricardo Lanza says
Menos mal, estimado, que hoy he visto como salvaron un templo (Santa María la Rica, en Alcalá de Henares, junto al café El Gato Verde, del que te hablé) y lo han mutado en sala de exposiciones. Hoy: una sobre la historia dle juguete en España 1870-1970, autos y tranvías de hojalata, muñecas Mariquieta Pérez y Juanín, fuertes, mecanos, trenes, barcos de plástico y de madera… cuyo dueño del material es un particular, asturiano. También una muestra -enorme y completa- acerca de La Guerra de las Galaxias, aportando mucho material; y encima, un nacimiento casi tan grande como un pueblín, artístico y trabajado, recordándome una infancia menesterosa y esperanzada en promesas que los Reyes Magos dejaban de cumplir…¡hasta el año siguiente, que en este te han traído carbón por mal estudiante! (Y es que papá no tenía esa vez ni para arreglar los zapatos).
JP Quiñonero says
Ricardo,
Ah, qué bien… que los Reyes Magos descubran nuevos mundos a través de la Guerra de las Galaxias no deja de ser esperanzador, quiero pensar.
En fin. Si, no siempre todo va rematadamente mal, catastróficamente mal. Hay días que sale el sol y todo lo ilumina con la ilusión de un mundo nuevo. Quizá sea la esperanza más alta, si,
Q.-
Ricardo Lanza says
¿Qué salga el sol por donde sea?; pero que salga y alumbre lo oscuro, deje en penumbra el carbón, destaque las costradas de nata y mantequilla, los relámpagos de chocolate, las milhojas y los coquitos, los diversos pastelitos y bombones que animan las vidas de las ancianas que acuden a los viejos cafés en que reciben la atención de senectos camareros que preguntan por alifafes y parientes fallecidos, pertenencias anteriores a la Guerra, hijos que ya murieron o se huyeron, el pájaro que yace bajo el césped del jardín, la gata blanca que llevaron a enterrar al pie del árbol del santuario de milagros imposibles, el perrito acogido en el nuevo cementerio de animales; y el sirviente ancestral y las dulces viejecitas mueren de súbito, y un ángel que procede de la Cabalgata de los Reyes, arrebata sus cuerpos para donarlos al Entierro de la Sardina. Un saludo desde la misma semana anterior al Dies natalis invicti solis, como homenaje mío al eón llamado Mitra, compañero de místicos y soldados.
JP Quiñonero says
Ricardo,
Bella elegía a un mundo nuevo, por venir.
Me llega en el mejor momento… de vuelta al hotel, tras una merienda cena con un amigo, por eso que llamará el Madrid «antiguo»… y vuelvo horrorizado.
Un nuevo día, porfaaaaaa…!
Q.-
Ricardo Lanza says
Cinco días para nazca el Sol Invicto y…¡yo con estos pelos!, estimado, ¡la casa sin barrer, vacío el frigorífico, manchados los cristales, los muebles astillados, el suelo con legañas, los grifos que gotean, las luces que no prenden, rajadas las paredes, las camas sin hacer. Hasta las plantas de la terraza, cuyas semillas el viento regalara, declinan, vencidas, hacia el piso, no es agua que les falte, sobran marañas de hojas y de ramas, escueta selva tropical crecida en macetero; solo les falta la compaña de su dueño navegando en la bañera, percudida, oxidada, polícroma en su abatido desatino, microcosmos aquello de locura doméstica…. espero que algún día lo verás. Saludos.
JP Quiñonero says
Ricardo,
Anda, anda… solo me creo que mitad o una miqueta menos de todo eso que cuentas… ya lo descubriré el día que me invites con tiempo, claro.
Avanti..!
Q.-
Ricardo Lanza says
Ya sabes que cuando quieras y puedas tienes la casa (casi siempre estoy aquí, el 85 o 90% de los días). Tendré que llamar antes a los gatos para que la limpien. (Ahora no hay ninguno). Toca entonces zafarrancho de limpieza, a ponerme a fregar y a barrer como doméstico grumete del esquife navegante en la bañerita soportando la galerna de la ducha a 35 grados y el vendaval de la toalla que te seca.
JP Quiñonero says
Ricardo,
Anda, anda… entre tus elipsis y pudibundez, y mis líos… nos enredamos y… quiero esperar que el día llegará. A ver.
Avanti..!
Q.-
Ricardo Lanza says
Esperemos. Ahora, que aproveches el campo de fuerza del día del Nacimiento del Sol para solicitar que se cumplan los objetivos que has labrado y por los que luchas. ¿Pasas la Nochebuena en París o en otra parte? Creo que lo haré en Salamanca. Como es fiesta, y grandota, no me parece que esté abierta la librería de Anaya, en la que quiero comprar tu libro. Un abrazo, estimado.
JP Quiñonero says
Ricardo,
Esperanza, si…
Bueno. Por mi parte, tengo un día muy complicado, que acabará ya bien entrada la noche. Mañana morning, aeropuerto, rumbo a París de la Francia. Después… paciencia y barajar, con estas felices fiestas, etcétera.
Te deseo lo mejor, para ti y los tuyos.
Avanti..!
Q.-
Ricardo Lanza says
Gracias, ahora me toca reirme de mi, porque, a estas horas, me envían un artículo sobre alimentación navideña, que sale al público ¡en enero!, y claro, a retocar y a cambiar las frases, transformando los banquetes de Navidad en comidas más sanas para el primer mes del año. ¡Buena literatura! Habrá que repetir (creyéndolo) que Dios está en los pucheros.
JP Quiñonero says
Ricardo,
Ah, las palabras, la literatura de las cosas de comer y beber… qué de sabidurías milenarias.
De eso no me cabe la menor duda. El Dios de los budistas, Spinoza y Teresa de Ávila está muy presente en los pucheros, claro está, matrices de divinos perfumes, sabores, placeres y voluptuosidades sin cuento…
Q.-
Ricardo Lanza says
Como decían muchos de los místicos: hay que intentar ser impecable, es la única actividad (aseguran) que se nos permite; sentirnos satisfechos con ponernos los zapatos, lavarnos los dientes, ir al mercado, dar las gracias a los alimentos que vamos a recibir, o sea, a la naturaleza. Difícil empeño, claro, más aún a estas alturas y (repito lo de ayer) con estos pelos.
JP Quiñonero says
Ricardo,
Ya lo decía un gran maestro… que traduzco a mi manera: «La única cosa revolucionaria es tener buen gusto…».
Q.-
Ricardo Lanza says
Cataluña: hoy gran noticia. Debo darte la razon, estimado, en lo que dices. Hay que vertebrar, no extraer las vértebras de su sitio y dejar unas herniadas, otras quebradas, algunas rotas. Cuestión de arreglos, no de rupturas; y, por supuesto, de bonhomía, de comprensión por ambas partes, de procurar sentir qué se mueve en los corazones de los otros, y hacerlo un poco nuestro, sin odiarlo ni despreciarlo, ¡apartar el sentido de pecado ajeno, de no ver (u ocultar) la viga en el propio ojo! ¿Van a saber amargos los dulces de Nochebuena?, ¿qué pasará con los turrones y chocolates de Petritxol?
JP Quiñonero says
Ricardo,
Temo que los catalanes han votado contra casi todo eso. Me gustaría equivocarme.
Todo eso de la comprensión, la mano tendida, etcétera, son cosas de otro mundo, que no se si está en este.
Quevedo y Moratín ya hablaban de esa manera genuina de aprender a garrotazos, con palo y tente tieso. Genio y figura. Las amistades catalufas prefieren mirar hacia otra parte, no les gusta verse en ese espejo esperpéntico.
Avanti..!
Q.-
Ricardo Lanza says
Ay, estimado, antes que iba yo a Barcelona una vez al mes, y ya no tengo a nadie a quien visitar: el Enrique y el Enric, la Nuri, la Pastori, el Elías, la Meli… Y ganas, muchas, que tengo de volver, porque no olvido los largos, larguísimos paseos, del Paralelo a La Ciudadela, de Pedralbes a Atarazanas, los túneles de El Tibidabo, la Montaña Pelada, el funi de Vallvidrera, el Palacio de las Hadas, y tantos paisajes urbanos y suburbanos, cuyos recuerdos me vienen desde la infancia. Un saludo verdadero.
JP Quiñonero says
Ricardo,
Ay, si… la cosa catalufa lo ha enturbiado todo, incluso las relaciones amistosas, familiares, incluso más íntimas. Las nubes tóxicas de la ideología están funcionando como polución dañina y peligrosa para las relaciones humanas, con un alejamiento profundo hacia una Cataluña temo que difunta o amenazada. Cómo me gustaría equivocarme…
Q.-
Maria says
Me fastidia ver cómo París, Londres , ciudades que conozco porque he vivido en ellas, mejoran y conservan sus viejos locales. Y Madrid todo lo contrario, edificios antiguos con tiendas a pie de calle que son un horror, pintadas, cacas y manchas de pises de perro. Quitan jardines para poner empedrados, véase Sol, En fin, me da mucha pena verlo
JP Quiñonero says
María,
Las catástrofes madrileño carpetovetónicas no son de ahora, ni mucho menos. Solo un ejemplo… en la madrileña calle de Carretas el legendario Café Pombo de la tertulia de Ramón Gómez de la Serna fue destruido… y en ese lugar construyeron un edificio espantosamente feo…
Sobre París hay un libro clásico que se llama El asesinato de París… puedes encontrarlo en este mismo blog…
Ánimo…
Q.-